Chiapas brilla en obtención de miel y carne, al ocupar el tercer y sexto lugar nacional
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
En el reciente informe del Observatorio Ciudadano, presentado por el Fomento Económico de Chiapas A.C., el estado ha reafirmado su posición como uno de los principales motores agropecuarios del país. Chiapas ha alcanzado el tercer lugar nacional en producción de miel, con tres mil 534 colmenas, lo que representa un 11.9 por ciento del total nacional. Este dato refleja no solo la tradición apícola del estado, sino también su capacidad para liderar en un sector clave.
La producción de carne de ave y bovino también destacaron en el panorama nacional. Con 116 mil 983 toneladas de carne de ave y 55 mil 837 toneladas de carne bovina, Chiapas se coloca en el sexto lugar en México, con una participación del 6.1 y 4.2 por ciento de manera respectiva. Este desempeño subraya el papel fundamental del estado en el abastecimiento de proteínas de origen animal, esenciales tanto para el consumo interno como para el mercado nacional.
A pesar de los avances en producción agropecuaria, algunos sectores han mostrado signos de declive. La producción de miel y huevo, por ejemplo, ha experimentado ligeras caídas en el último año, siendo el huevo el más afectado con un descenso del 6.3 por ciento. Este retroceso plantea preguntas sobre las condiciones del mercado y las posibles barreras que enfrentan los productores.
A lo largo de los últimos cuatro años, Chiapas ha demostrado un crecimiento robusto en varios sectores, con incrementos que van desde el 1.6 hasta el 19.9 por ciento. Este crecimiento es una señal positiva de la adaptación del sector agropecuario. No obstante, es crucial abordar los desafíos específicos que podrían obstaculizar el potencial completo de crecimiento.
El impacto de estos datos en la economía chiapaneca es significativo. Mientras que el crecimiento en ciertos sectores refuerza la estabilidad económica y ofrece oportunidades de empleo, los descensos en la producción de ciertos productos como el huevo podrían afectar a los precios y la disponibilidad para los consumidores. La clave para maximizar los beneficios de este crecimiento radica en la implementación de estrategias efectivas para enfrentar los desafíos y asegurar la sostenibilidad a largo plazo para las familias y el estado en su conjunto.