A pesar de que la carretera ha sido liberada de bloqueos, pobladores exigen medidas para restaurar la seguridad y el suministro
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Después de intensos enfrentamientos y bloqueos carreteros que desataron una crisis en la Sierra de Chiapas, la carretera entre Frontera Comalapa y Comitán de Domínguez ha sido reabierta. No obstante, la liberación de la vía ha traído consigo nuevos desafíos, toda vez que la escasez de combustible ha provocado el cierre de las gasolineras en la región, esto complica aún más la situación para los habitantes y automovilistas.
Los bloqueos previos y la violencia asociada, habían dejado a la carretera abandonada y a los transportistas temerosos de transitar por la zona. La reapertura, lograda la noche del sábado, ha sido un alivio temporal, pero el impacto económico persiste debido a la falta de suministro de combustible. Las gasolineras en Frontera Comalapa han cerrado sus puertas, lo que agrava la crisis y deja a la población local sin acceso a gasolina para sus vehículos.
La situación reveló una dependencia crítica de las rutas de transporte y el combustible en la región. Los empresarios del sector, preocupados por los riesgos de operar en un entorno inseguro, han suspendido el suministro de gasolina, mientras que los automovilistas se enfrentan a la dificultad de reabastecer sus vehículos. La negativa de las pipas paratransitar por la zona, ha sido una respuesta directa a los riesgos de retenciones y ataques por parte del crimen organizado.
Los habitantes de Frontera Comalapa han señalado la necesidad de que las autoridades tomen medidas más contundentes. Exigen que Gobierno asuma un papel activo en la restauración del orden y la seguridad en las carreteras y comunidades afectadas. La población, en su mayoría indígena y dedicada a labores agrícolas, demanda protección para continuar con sus actividades y evitar más enfrentamientos.
A medida que la carretera se reabre, la atención debe centrarse en asegurar un suministro constante de combustible y restablecer la confianza en las rutas de transporte. La situación pone en evidencia la necesidad de una intervención efectiva y coordinada para abordar no solo los problemas inmediatos, sino también las causas profundas de la violencia y la inestabilidad en la región.