Uno de los barrios que ha sobrevivido a la modernización urbana en la capital chiapaneca
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Con las tradicionales mañanitas y la coronación, así comenzó la celebración del Santo Domingo de Guzmán, patrono de uno de los barrios más antiguos de la capital chiapaneca.
A lo largo del día se expuso el santísimo sacramento, se celebró la misa, arribó el somé, así como una verbena popular alegró el parque en donde se ubica este templo.
“Estamos contentos, ya fuimos a comer de lo que están vendiendo ahí tan rico, que es pura comida neta tuxtleca, es muy bonita todas las tradiciones de los santos de aquí de Tuxtla”, mencionó María del Rosario, habitante de la ciudad.
“La estamos pasando bien, aquí hay de todo, pueden venir, están invitados, a disfrutar un taquito, unas tostadas, algo tradicional”, comentaron.
Tampoco podía faltar la música, de marimba, de cantantes locales, así como bailes folclóricos que le dieron ritmo a la festividad del santo fundador de la orden de los dominicos, quien protege a los feligreses de este barrio.
“Consideramos que es de suma importancia porque la finalidad de este tipo de eventos es mostrar mediante la innovación gastronómica ingredientes tradicionales y acercarlo a la generación más joven”, comentó Tania Rodríguez, expositora.
HISTORIA DEL BARRIO
El cronista Jorge Alejandro, menciona que anteriormente la población zoque utilizaba los terrenos de esta zona para la agricultura, debido a que grandes cantidades de maíz eran cultivadas gracias a la abundante agua que corría a través del río Sabinal, el barrio de Santo Domingo era espacio de reunión de la mayor parte de la población.
Además, los sacerdotes dominicos fueron quienes establecieron la construcción de cuatro parroquias: Santo Domingo, San Jacinto, San Andrés y San Miguel, las cuales tenían como función coadyuvar ministerialmente con la catedral de San Marcos, pero con el paso del tiempo, dos de ellas fueron destruidas debido a la urbanización, conflictos y al crecimiento de la ciudad, siendo Santo Domingo y San Jacinto los centros religiosos que han sobrevivido al paso del tiempo.
Al ser una de las capillas más antiguas de la capital, más de 100 sacerdotes han dirigido la celebración eucarística cada domingo desde hace más de 200 años, destacando que sobre las calles segunda poniente entre tercera y cuarta norte existen las personas más longevas del barrio, las cuales han colaborado con las actividades del rescate tradicional que se organizan por las tardes.