Con casi 30 mil defunciones, Chiapas lidia con altos índices de defunciones por enfermedades crónicas y causas externas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Chiapas enfrenta un año crítico en términos de salud pública con 29 mil 877 defunciones registradas en 2023. Las enfermedades del corazón y la diabetes, junto con los tumores malignos, emergen como las principales causas de muerte, esto reveló una necesidad urgente de abordar estos problemas crónicos de salud. Este patrón no solo refleja una crisis de salud sino también una falta de intervención efectiva en la prevención y manejo de estas enfermedades.
Las enfermedades cardiacas y la diabetes se destacan como las principales causas de defunción en el estado, con siete mil 181 y cuatro mil 536 muertes. Este dato resaltó una tendencia preocupante que sugiere una creciente presión sobre los servicios de salud. La prevalencia de padecimientos crónicos en la entidad llama a una revisión de las estrategias de salud pública y a una mayor inversión en programas de prevención y tratamiento.
El impacto de las enfermedades crónicas no solo es físico,sino también económico, al afectar la calidad de vida y los recursos del sistema de salud. El especialista en salud pública, James Gómez Montes, alertó sobre las complicaciones severas que pueden derivarse de una diabetes mal controlada, como neuropatía diabética y enfermedad renal crónica, que requieren tratamientos costosos y a largo plazo.
Además, las causas externas de muerte, incluyendo homicidios, accidentes y suicidios, representan un área adicional de preocupación. Con mil 985 defunciones por causas externas, los accidentes, en particular, se destacan como una causa importante de mortalidad. Esta situación indica una necesidad de mejorar las medidas de seguridad y prevención para reducir el impacto de estos eventos trágicos en la población.
La combinación de problemas de salud crónicos y causas externas de defunción refleja una situación compleja en Chiapas, que requiere una respuesta coordinada entre las autoridades de salud, seguridad y la comunidad. Abordar estos desafíos de manera integral es crucial para mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad en el estado.