Los docentes enfrentan manipulación en su área de trabajo, tales como represalia por su activismo sindical
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El Sindicato Independiente de Académicos del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) en Chiapas ha informado de un escenario alarmante: las prácticas de nepotismo y la represión hacia los trabajadores que se han atrevido a organizarse sindicalmente. Desde la legalización del sindicato en mayo de 2023, los miembros han enfrentado un hostigamiento sistemático, reflejado en la manipulación de horarios y la reducción de cargas laborales, en un aparente intento por debilitar su cohesión y resistencia.
Las denuncias apuntan a funcionarios clave, quienes han aprovechado su posición para otorgar beneficios laborales a familiares y aliados, mientras los derechos de los docentes sindicalizados son ignorados. Este comportamiento no solo desacredita al Conalep, sino que también evidencia un uso arbitrario del poder en detrimento de la equidad y la justicia laboral.
El sindicato ha señalado que la negativa de Conalep-Chiapas a aplicar la reforma laboral de 2019 es una táctica para mantener el control y evitar la consolidación del sindicato independiente. Esta resistencia a la legislación refleja una preocupación por mantener estructuras de poder tradicionales, que priorizan intereses personales sobre el bienestar colectivo de los trabajadores.
Las repercusiones de este conflicto trascienden el ámbito sindical, puesto que afecta de manera directa la calidad de la educación en el Conalep-Chiapas. La situación pone en riesgo la estabilidad laboral de los docentes y, en consecuencia, la formación de los estudiantes, esto provoca que se cuestione la integridad de las instituciones educativas en la región.
En este contexto, la lucha del sindicato representa un esfuerzo por redefinir las dinámicas de poder dentro de la institución, no solo la restitución de derechos, sino también la transparencia y justicia en el manejo de recursos y oportunidades laborales.