Exigen que autoridades asuman su responsabilidad de restablecer la paz y seguridad local
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
A medida que se aproxima el 26 de agosto, fecha marcada para el inicio del ciclo escolar 2024-
2025 en todo México, la Sierra de Chiapas enfrenta una crisis que podría retrasar de manera
indefinida el regreso a clases. La violencia desatada por los enfrentamientos entre grupos
criminales en esta región ha creado un ambiente de inseguridad que amenaza la educación de
cerca de 150 mil estudiantes.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha expresado su profunda
preocupación por la falta de condiciones de seguridad en municipios como Honduras de la Sierra,
Siltepec, y Motozintla, donde la situación ha sido tan grave que, desde el año pasado, las clases se
han visto interrumpidas. Los docentes, temiendo por sus vidas y las de sus alumnos, se niegan a
regresar a las aulas sin garantías de seguridad.
El asesinato de la maestra Cecilia “N” ha agravado la tensión entre los educadores, quienes han
optado por impartir tareas a través de WhatsApp como una medida temporal, aunque muchos
estudiantes carecen de acceso a la tecnología necesaria. Este enfoque, aunque busca evitar la
pérdida del ciclo escolar, subraya la desesperada necesidad de soluciones a largo plazo para
garantizar el derecho a la educación en un entorno seguro.
Defensores de los derechos de la infancia han alzado la voz ante la brutalidad con la que el crimen
organizado ataca a la niñez en la Sierra. Los niveles de violencia han alcanzado tal magnitud que
muchas familias han optado por esconder a sus hijos para evitar que sean reclutados por los
grupos criminales.
La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades pone en riesgo no solo la educación,
sino también la vida y la integridad de miles de niños y adolescentes chiapanecos. Sin garantías de
seguridad, el inicio del ciclo escolar 2024-2025 en la Sierra es cada vez más incierto.