Expertos señalan que una pavimentación masiva afecta en la alteración de
temperaturas
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Septiembre es uno de los meses lluviosos, por lo que expertos han señalado que la
urbanización que sustituye calles empedradas con concreto ha causado un aumento
significativo de temperaturas y cambio drástico en el clima con una precipitación
pluvial que oscila en los 900 ml anuales lo que a su vez ha aumentado la velocidad en
los escurrimientos naturales convertidos en calles.
Un estudio indicó que entre 1992 y 2009, en la cuenca del río Sabinal que abarca parte
de Tuxtla Gutiérrez y Berriozábal se duplicó la población, los suelos desnudos sin
cobertura aumentaron un 70 por ciento y los asentamientos humanos aumentaron un
63 por ciento.
14 años después el incremento de la mancha urbana sigue en aumento y hay una
fuerte presión sobre la zona de bosques colindantes con el Parque Nacional Cañón del
Sumidero.
Cynthia Reyes Hartdmann, bióloga representante de la asociación civil Tierra Verde
Naturaleza y Cultura, en el 2008 la capital chiapaneca tenía un déficit de tres mil 410
hectáreas de bosques, correspondiente a un 10 por ciento de su territorio, por lo que
señaló la urgencia de contar con un plan forestal para recuperarlas.
“El aumento del concreto modificó el cambio climático, la sombra de un árbol puede
disminuir hasta 20 grados la superficie, por lo que es de suma importancia recuperar la
cobertura forestal de la ciudad, para también disminuir la velocidad de los
escurrimientos por lluvias en la capital de Chiapas”, comentó la experta.
Recalcó que el municipio se encuentra rodeado de Áreas Naturales Protegidas de
carácter estatal y federal, en la zona sur se localizan las que están sujetas a
conservación ecológica como el Cerro Mactumatzá; el Corredor Cerro Mactumatzá
Meseta de Copoya, y en la zona norte en el Parque Nacional Cañón del Sumidero está
el Centro Ecológico y Recreativo El Zapotal, todos impactados por el cambio de uso del
suelo y la incorporación de calles a zonas con vocación forestal.
En el Parque Nacional Cañón del Sumidero, existe un total de 91 colonias irregulares
ubicadas en dos mil 500 hectáreas en lo que son más de seis mil 500 lotes, donde poco
más de 51 mil personas afectaron el macizo forestal, desde Loma Larga hasta los
límites de Tuxtla Gutiérrez con San Fernando.
“Aquí la zona de bosque se convirtió en calles, en concreto y con ello, los
escurrimientos tienen mayor fuerza, principalmente en los provenientes del norte a la
zona baja de Tuxtla Gutiérrez”, indicó.
La bióloga precisa que en el sur los centros urbanos que eran pequeños han crecido
enormemente, por ello en las colonias El Jobo y Copoya hay una elevada pérdida de
cobertura forestal y se ha perdido gran cantidad de recurso hídrico.
Destacó que la tendencia es a destruir más los recursos naturales y seguir con la
ampliación de la mancha urbana de manera desordenada, y nadie le da a saber a la
gente que está mal. El crecimiento de zonas de concreto causa gran impacto a los
escurrimientos por lluvias. Lo que fue el ejido Francisco I. Madero desapareció y ahora
es ciudad.