Es un derecho de niñas y niños extranjeros tener acceso al aprendizaje
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
El fenómeno migratorio representa un obstáculo para la educación de niños y niñas migrantes, quienes ven interrumpidos sus estudios. Dicha situación es el reflejo de las complejidades y vulnerabilidades que enfrentan las personas en movilidad internacional.
La situación en la que se encuentran miles de indocumentados que por alguna razón dejan sus países de origen, genera un impacto en diversos aspectos de sus vidas, uno de ellos es la interrupción de la educación de menores migrantes. Ante la falta de estabilidad y acceso a servicios básicos, como la educación, ponen en riesgo el desarrollo y futuro de esta población vulnerable.
En los últimos años, México se ha convertido no solo en un país de tránsito, sino también en un destino para miles de migrantes que buscan mejores condiciones de vida. Sin embargo, en esta travesía migratoria se enfrentan a una diversidad de desafíos, especialmente para las familias con niños en edad escolar.
La constante movilidad a la que se ven sometidos debido a su situación migratoria, impide que muchos niños y niñas puedan inscribirse en escuelas locales o continuar con sus estudios de manera regular y estable.
“Los inscriben, pero cuando ya ellos arreglan su documentación, esa educación se queda truncada porque se salen de la ciudad y dejan ese espacio en la cuestión escolar. Nos preocupa que no se les facilite este proceso a ellos a donde vayan, para seguir y darle continuidad a la educación, sobre todo con la niñez que se va a quedar aquí en México”, puntualizó José Antonio Chol Ruiz, coordinador de educación.
De igual manera mencionó que aproximadamente un 40por ciento de niños de padres migrantes ocupan un espacio en las escuelas en la región. Por lo cual, el tema de la crisis migratoria en México no solo es un reto para las políticas migratorias, sino también para el derecho a la educación de miles de niños y niñas extranjeros.