Para los artistas, estos proyectos son testimonios vivos de diversidad y necesidad de preservarla para futuras generaciones
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En el corazón del estado de Chiapas, el municipio de Berriozábal está experimentando una transformación cultural sin precedentes. Gracias a la iniciativa de dos reconocidos artistas plásticos y muralistas, Elías Hernández Pérez y Rafael Galdámez, las calles de esta localidad, famosa por su producción de hamacas, se están convirtiendo en un vibrante lienzo de arte y color. Este ambicioso proyecto de embellecimiento busca resaltar la riqueza cultural y natural de Chiapas, atrayendo no solo a los habitantes locales sino también a visitantes de otros lugares que se sienten fascinados por la propuesta artística en desarrollo.
El parque central de Berriozábal, epicentro de este movimiento artístico, ha sido testigo de un notable incremento en el flujo de turistas, especialmente durante el tianguis dominical. Esta actividad ha contribuido significativamente a generar interés por las obras de arte que se encuentran en proceso, proporcionando un espacio para el diálogo cultural y la apreciación del talento local.
EL LEGADO ARTÍSTICO DE RAFAEL GALDÁMEZ: UN POETA DEL COLOR
Rafael Galdámez, uno de los artistas involucrados en este proyecto, es una figura central en el panorama artístico contemporáneo de Chiapas. Con una trayectoria de 16 años como muralista y artista plástico, Galdámez busca dejar una huella imborrable en su municipio. Inspirado por el poema “Apuntes para una declaración de fe” de Rosario Castellanos, su trabajo es una celebración de la vida, la cultura y la identidad chiapaneca.
Galdámez es considerado por muchos como un “poeta del color”. Su obra se caracteriza por su capacidad de capturar los latidos de la vida chiapaneca, reflejando en sus murales una atmósfera que solo quienes han nacido o vivido en el estado pueden comprender plenamente. Sus composiciones son una mezcla de geometría del color que se asemeja a las ensoñaciones de los fauvistas, con referencias a mitologías zoológicas locales que mezclan lo real con lo mágico. Sus pinturas evocan una sensación de movimiento y vitalidad, llevando al espectador a un mundo donde lo cotidiano se convierte en una metáfora vibrante de la existencia.
Su arte, según él mismo explica, no es solo una representación visual, sino una invitación a los espectadores a apropiarse de sus pinceles, de su visión mágica del mundo. “Yo soy Rafael Galdámez, soy el sureste que habla, el sureste del planeta; porque el planeta también tiene sureste y somos él, Galdámez, y al mismo tiempo, somos lo más asombrado del nosotros”, declara el artista, destacando su intención de hacer de su trabajo una experiencia inclusiva y participativa para todos.
EL COMPROMISO DE ELÍAS HERNÁNDEZ PÉREZ: UN GUARDIÁN DE LA FLORA Y FAUNA LOCAL
Elías Hernández Pérez, con más de 20 años de experiencia como pintor de caballete y muralista, complementa la propuesta artística de Galdámez con su propio enfoque en la riqueza natural de la región. Don Elías, como es conocido cariñosamente, llegó a Berriozábal hace más de 40 años y desde entonces ha dejado una profunda marca en la comunidad con sus obras. Ha realizado más de seis murales, tanto para instituciones públicas como para particulares, siempre con el objetivo de destacar la biodiversidad de Chiapas.
Actualmente, Hernández trabaja en un mural que retrata la ” Reserva de La Pera”, un espacio ecológico del municipio que alberga una gran diversidad de flora y fauna. Para él, este mural es una forma de educar y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de conservar el medio ambiente y las especies que habitan en esta región. “Es vital rescatar la flora y fauna y fomentar su conservación”, afirma Hernández, quien ha dedicado gran parte de su carrera a transmitir este mensaje a través de su arte.
Además de ser un creador prolífico, Hernández también se ha destacado como un maestro. A lo largo de los años, ha formado a varias generaciones de jóvenes artistas, muchos de los cuales colaboran con él en el mural de la “Reserva de La Pera”. Su objetivo es que estos jóvenes se apropien del espacio público a través del arte y comprendan su responsabilidad hacia el entorno natural.
Ambos artistas coinciden en la necesidad de inspirar a las nuevas generaciones para que se interesen en el arte y la cultura. “Hoy en día, los jóvenes dedican mucho tiempo a la tecnología, especialmente a los teléfonos celulares”, comenta Galdámez. Sin embargo, tanto él como Hernández reconocen el potencial del Internet y las redes sociales como herramientas útiles para aprender y desarrollar habilidades artísticas. Por ello, animan a los jóvenes a utilizar estos medios para explorar su creatividad y encontrar formas de expresar su identidad cultural a través del arte.
Este llamado a las nuevas generaciones no es solo una invitación a crear, sino también a experimentar y explorar. “El arte es una forma de resistencia y un medio para contar nuestras propias historias”, dice Hernández, quien espera que los murales en Berriozábal sirvan como un punto de partida para que más jóvenes se interesen en las artes plásticas.
El impacto de este proyecto cultural no se limita solo a la estética del municipio. Los murales que se están creando en Berriozábal representan una oportunidad para que la comunidad se conecte con su propia historia y su identidad. Para los artistas, estos murales son más que simples adornos; son testimonios vivos de la rica diversidad de la región y de la necesidad de preservarla para las futuras generaciones.
La presencia de los murales ha despertado un renovado interés por el arte y la cultura en Berriozábal. Las visitas al parque central han aumentado significativamente, especialmente los fines de semana, cuando el tianguis dominical atrae a cientos de personas. Este aumento en la afluencia de visitantes ha creado un entorno propicio para que los artistas compartan su trabajo y expliquen su significado, creando así una experiencia de aprendizaje cultural para todos.
AGRADECIMIENTO AL APOYO INSTITUCIONAL Y COMUNITARIO
Elías Hernández y Rafael Galdámez han expresado su gratitud al Gobierno municipal de Berriozábal por proporcionar los espacios necesarios para plasmar sus obras. Ambos artistas destacan la importancia del apoyo institucional para promover el arte local y fomentar la creatividad entre los jóvenes. “Es esencial que se siga apoyando al talento chiapaneco”, subraya Hernández, quien ve en este proyecto una oportunidad para fortalecer el sentido de identidad y pertenencia entre los habitantes del municipio.
Además, invitan a la ciudadanía a visitar Berriozábal y descubrir por sí mismos la belleza de los murales que están transformando el rostro del municipio. A solo 20 minutos de la capital del estado, este lugar promete convertirse en un nuevo atractivo turístico que celebra la riqueza cultural de Chiapas a través del arte.
Por último, ambos artistas invitan a toda la comunidad a acercarse a los diferentes puntos donde se están creando los murales y a ser parte de este movimiento cultural. “Queremos que la gente no solo vea nuestros murales, sino que se inspire y se sienta parte de ellos”, concluye Galdámez. Así, Berriozábal se reafirma como un espacio donde el arte y la cultura florecen, invitando a todos a ser testigos de esta transformación y a conectarse con las historias que estos murales tienen que contar.
Los murales, que estarán culminados en los próximos días, prometen ser un reflejo de la identidad cultural y natural de Berriozábal, dejando una huella imborrable en el corazón de todos aquellos que los contemplen. Una celebración del pasado, presente y futuro de Chiapas, vista a través de los ojos de sus artistas más apasionados.