Aunque los comercios y el transporte público han reanudado operaciones, dicho municipio aún
enfrenta bloqueos y tensión
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
A medida que la Sierra de Chiapas enfrenta una creciente ola de violencia, Motozintla, uno de los
municipios más afectados, comienza a recuperar una apariencia de normalidad. Los habitantes,
cansados, pero resilientes, han visto una ligera mejora en la situación, aunque el miedo y la
incertidumbre persisten en su vida cotidiana. La reciente calma no ha logrado disipar los
enfrentamientos continuos que han plagado la región.
En las últimas semanas, el ritmo de la vida en Motozintla ha empezado a volver a sus cauces
habituales. Tras un periodo de intensos conflictos, la población ha regresado a las calles. Las
tiendas han reabierto sus puertas y el transporte público, crucial para la conectividad del
municipio, ha retomado sus rutas. No obstante, esta recuperación es parcial y frágil, toda vez que
la zozobra aún persiste entre los habitantes debido a los recientes eventos violentos.
A pesar de la aparente reactivación de las actividades diarias, la realidad de Motozintla es que las
tensiones continúan. La carretera hacia Frontera Comalapa sigue siendo un área de riesgo, con
bloqueos que limitan el movimiento y mantienen a los residentes en un estado de alerta
constante. Aunque los filtros en las Cruces y en Belisario Domínguez se han suavizado, la situación
sigue siendo volátil y peligrosa.
El retorno a la normalidad en Motozintla no solo se enfrenta a desafíos logísticos, sino también a
un profundo impacto psicológico en sus habitantes. La violencia, aunque en pausa temporal, ha
dejado cicatrices profundas en la comunidad. La presencia constante de los filtros de seguridad y
la limitación en la movilidad son recordatorios persistentes de la amenaza latente en la región.
La comunidad, aunque muestra signos de recuperación, espera con ansias una paz duradera. La
experiencia reciente ha dejado claro que, mientras las actividades se reanuden, la verdadera
tranquilidad solo se alcanzará cuando la violencia sea erradicada por completo y la seguridad se
reinstale de manera efectiva en toda la región.