Personal del nosocomio pidió a autoridades tomar medidas ante constante obstrucción
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La entrada del Hospital Juárez en Tonalá se ha convertido en un caos diario debido a la invasión de motocicletas, una situación que ha generado inconformidad entre el personal médico y los pacientes. Según denuncias recientes, un aproximado de 50 motocicletas ocupan el acceso principal del hospital, esto obstaculiza el paso de ambulancias, taxis y personal de salud que necesita estacionarse de manera segura.
Este problema no solo afecta la imagen del nosocomio, sino que también pone en riesgo la atención de emergencias. Médicos y enfermeras se han visto obligados a buscar alternativas para dejar sus vehículos, mientras que las unidades que transportan a pacientes graves encuentran dificultades para acceder al hospital de manera rápida. Esto retrasa la atención médica y genera estrés innecesario tanto para el personal como para las familias.
A pesar de que las autoridades han sido alertadas sobre la situación, el problema sigue sin resolverse. Las motocicletas pertenecen, en su mayoría, a personas que trabajan en las cercanías del hospital, quienes ven la entrada como un estacionamiento conveniente. Esta falta de conciencia y respeto por el entorno hospitalario ha causado frustración y ha derivado en peticiones formales para que la policía local intervenga.
El personal médico exige que se tomen medidas inmediatas. Proponen que las motocicletas sean removidas y sus conductores sancionados para evitar que el problema se siga repitiendo. Asimismo, sugieren que se habiliten espacios adecuados para el estacionamiento de motos en las inmediaciones, con el fin de desahogar el acceso al hospital.
La comunidad hospitalaria espera una pronta solución por parte de las autoridades, que permita restablecer el orden en la entrada del Hospital Juárez y garantizar que tanto pacientes como personal puedan acceder de forma segura y sin obstáculos a un lugar que, en teoría, debería priorizar la salud y el bienestar de todos.