La creación de espacios seguros y mecanismos efectivos se convierten en prioridad para frenar estos delitos
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La reciente controversia en Tapachula en torno a los comentarios despectivos del transportista Joaquín Morales Díaz hacia la funcionaria pública Nancy Vences Montiel ha destapado un tema de fondo: la persistente violencia de género en el ámbito laboral y social. La presidenta de la Asociación Civil Anjeltik, María de los Ángeles López Ruiz, ha levantado la voz no solo en defensa de Vences Montiel, sino para denunciar un patrón de conducta que refleja la desigualdad y la misoginia arraigadas en la cultura local.
López Ruiz argumentó que las agresiones verbales que han emergido en este incidente son una manifestación de un problema más amplio que afecta a las mujeres en diversas esferas. Este enfoque sugiere que la lucha por la igualdad de género no solo debe centrarse en casos aislados, sino que debe ser parte de un movimiento cultural que cuestione y redefina las normas sociales.
Además, la activista subrayó la necesidad de transformar la indignación en acción. “No basta con condenar verbalmente estas actitudes; necesitamos políticas que protejan a las mujeres y que castigan la impunidad que a menudo rodea estos incidentes”, afirmó. Este llamado requiere una respuesta integral que involucre a autoridades, organizaciones civiles y a la sociedad en su conjunto.
La viralización del video en el que Morales Díaz insulta a Vences Montiel también ha abierto un debate sobre el papel de las redes sociales en la denuncia de la violencia. “Es vital que usemos estas plataformas para amplificar las voces de quienes han sido silenciadas, pero también debemos tener cuidado con el fenómeno del ‘espectáculo’ que a veces se genera”, advirtió López Ruiz.
López Ruiz hizo un llamado a la acción colectiva. “No se trata solo de una lucha de mujeres, sino de una batalla de toda la sociedad por construir un entorno donde el respeto y la igualdad sean la norma”, concluyó. Su mensaje es claro: el cambio comienza cuando se desafían las viejas estructuras de poder y se valora a cada individuo, independientemente de su género.