El Congreso de Chiapas contempla designar a un alcalde interino previo a iniciar la próxima administración
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El proceso de transición de poderes en Chiapas enfrenta un panorama complejo marcado por la violencia y la incertidumbre. La Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso del Estado ha señalado que se está discutiendo en la Mesa de Seguridad cómo manejar la toma de protesta del primero de octubre en municipios que hoy son considerados focos rojos. En lugares como Frontera Comalapa, Altamirano y Pantelhó.
En el caso específico de Frontera Comalapa, la desaparición del presidente municipal electo, Aníbal Roblero Castillo, ha creado un vacío que podría derivar en la designación de un alcalde interino antes del primero de octubre. La situación actual obliga a que el Congreso evalúe diferentes escenarios, como el nombramiento de un regidor o la formalización de un presidente municipal sustituto. Lo que parecía ser un proceso democrático normal, se ha visto empañado por la violencia.
La violencia no solo afecta la seguridad personal de los funcionarios electos, sino que compromete la legitimidad y funcionamiento de las instituciones locales. El hecho de que se discuta la posible ausencia total de un alcalde antes de su toma de posesión refleja el nivel de descomposición social en algunas zonas del estado. Además, plantea preguntas urgentes sobre cómo se puede garantizar una gobernabilidad efectiva en estos municipios.
La Mesa de Seguridad, encargada de evaluar las situaciones críticas en estos municipios, tiene la responsabilidad de tomar decisiones que no solo respondan al corto plazo, sino que garanticen la continuidad institucional en contextos adversos. El cambio de poderes debería ser una oportunidad para renovar la confianza en las autoridades.
El escenario en Chiapas, a días del inicio de una nueva administración, deja claro que la violencia no solo afecta a las personas, sino también a la estructura misma del poder local. El reto no es solo nombrar sustitutos o interinos, sino garantizar que estos líderes puedan gobernar de manera efectiva en contextos de alto riesgo.