Aunque dicha organización mantiene influencia, la facción contraria aseguró que no permitirá su regreso al poder
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La tensión en Pantelhó, continúa en escalada. El Ejército Civil Indígena, una organización formada por habitantes locales, ha alzado la voz para advertir sobre la presencia y actuación del grupo de autodefensas conocido como “El Machete”. A pesar de que este último aún mantiene cierta influencia sobre el Concejo, el Ejército Civil ha dejado claro que su tiempo en el municipio ha terminado, puesto que no permitirán su regreso.
Lo que en un principio comenzó como un movimiento para proteger a la comunidad, ha evolucionado en una pugna entre grupos armados, cada uno reclamando la legitimidad de sus acciones. El Ejército Civil, que se presenta como defensor de la seguridad en la región, ha expresado su descontento con la incapacidad del Gobierno para garantizar la paz en Pantelhó. Ante este vacío de seguridad, sus patrullajes se han intensificado, con la firme intención de evitar nuevos ataques de “El Machete”, a quienes acusan de crímenes y secuestros.
La crítica del Ejército Civil no se dirige contra las autoridades federales o la Guardia Nacional (GN), sino contra el “régimen de delincuentes” que, según afirmaron, ha infiltrado el municipio. Argumentaron que, mientras el Gobierno no recupere el control y restablezca el orden, su lucha seguirá siendo necesaria para evitar que las supuestas actividades ilícitas del grupo rival se reanuden. La promesa de defender a Pantelhó a toda costa parece inquebrantable.
Un punto que ha marcado la narrativa del Ejército Civil Indígena es la desaparición de 21 personas, a manos de “El Machete”. Estos hechos, que describen como actos de violencia contra inocentes, han consolidado su postura de no permitir que el grupo regrese al poder, incluso si cuenta con el respaldo de figuras religiosas o políticas de la región.
La advertencia final del Ejército Civil es contundente: mientras continúen sus patrullajes, Pantelhó no será un refugio para “El Machete”. El conflicto sigue, y el desenlace aún parece incierto en un municipio que lucha por recuperar su paz.