La corrupción dentro de SMyT continúa siendo un problema persistente
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
La mañana del jueves, transportistas concesionados de Chiapas tomaron una medida drástica para expresar su indignación ante lo que consideran una competencia desleal y la creciente corrupción en la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) del estado. Desde la madrugada, múltiples carreteras clave en la región de la Costa y la Sierra de Chiapas fueron bloqueadas por taxistas, conductores de combis, camiones de volteo y otros transportistas. Las protestas paralizaron el flujo vehicular en puntos estratégicos, afectando tanto a los residentes como al comercio en una de las regiones más dinámicas de la entidad.
La raíz del conflicto, según los manifestantes, es el otorgamiento de concesiones y permisos a mototaxis y otros vehículos de transporte que no cumplen con las normativas establecidas. Denuncian que estos permisos han sido otorgados a través de prácticas corruptas por parte de la SMyT, lo que ha permitido que mototaxistas operen de manera irregular en diversas localidades de Chiapas.
Los transportistas acusan a la SMyT de estar coludida con ciertos líderes del transporte que, bajo la sombra de favores y corrupción, han recibido concesiones sin seguir los procedimientos adecuados. Esta acción no solo viola la Ley de Movilidad y Transporte del estado, sino que además perjudica gravemente a los transportistas concesionados que se ven obligados a competir con unidades que operan al margen de la ley.
Bersaín Miranda Borrás, presidente de la Alianza Organizada del Autotransporte en Chiapas, ha sido uno de los principales líderes del movimiento. Durante la protesta, señaló que las irregularidades en la entrega de concesiones no solo han beneficiado a unos pocos privilegiados, sino que también han creado un clima de inseguridad e inestabilidad económica para los transportistas que cumplen con las normas.
Las protestas se extendieron a lo largo de la carretera costera y otras vías importantes de la región. Uno de los primeros bloqueos se registró en la parada Cruz de Oro, en el municipio de Tuzantán. Aquí, los transportistas provenientes de Huixtla y Tuzantán instalaron barricadas que impidieron el paso vehicular desde las primeras horas de la mañana. A pesar de la interrupción total del tránsito, los manifestantes permitieron el paso de automovilistas en intervalos de 20 minutos, demostrando que, aunque firmes en sus exigencias, estaban dispuestos a mitigar el impacto sobre la ciudadanía.
Otro bloqueo importante se colocó en la carretera que comunica a varias comunidades de la zona baja de Huixtla. Este segundo corte afectó a cientos de comuneros que utilizan esta ruta diariamente para acceder a sus trabajos y actividades comerciales. Adicionalmente, la carretera estatal que conecta Huixtla con Motozintla y otros municipios de la Sierra Mariscal también fue interrumpida por otro grupo de manifestantes.
Entre las principales demandas de los transportistas se encontraba la suspensión inmediata de las concesiones otorgadas de manera irregular, así como la implementación de operativos para retirar de circulación a los mototaxis y otros vehículos piratas. Los manifestantes también pidieron una revisión exhaustiva de los expedientes de aquellos que han recibido concesiones recientemente, debido a que sospechan que muchos de ellos no cumplen con los requisitos legales.
Los transportistas aseguran que, si bien las autoridades se han comprometido en ocasiones anteriores a regularizar la situación, la corrupción dentro de la SMyT continúa siendo un problema persistente. En este contexto, exigen que las concesiones se otorguen de manera transparente y equitativa, respetando la ley y tomando en cuenta a todos los sectores del transporte.
Además de las denuncias de corrupción en la entrega de concesiones, algunos transportistas de camiones de volteo reclamaron que se les ha solicitado dinero para acceder a concesiones que nunca se materializaron, lo que ha agravado su descontento. La sensación generalizada entre los manifestantes es que la SMyT está más interesada en beneficiar a ciertos grupos de poder que en regular el transporte de manera justa y efectiva.
Los bloqueos no solo afectaron a los transportistas y conductores locales, sino también a cientos de vehículos comerciales que transitan diariamente por estas rutas para transportar mercancías hacia y desde Centroamérica. La carretera costera es una vía crucial para el comercio internacional, y su interrupción causó pérdidas económicas significativas tanto para empresas como para pequeños comerciantes que dependen del flujo constante de mercancías.
Entre los puntos más afectados por los bloqueos se encuentran las rutas de Villa Comaltitlán a Escuintla, donde más de 50 transportistas bloquearon el kilómetro 231, en el Callejón del Mudo, utilizando taxis y triciclos para cerrar ambos carriles de la carretera. En Tuzantán, la carretera que conecta Huixtla con Tapachula fue completamente cerrada, afectando tanto el tráfico local como el internacional.
El tercer bloqueo, en la carretera Huixtla-Motozintla, a la altura del desvío conocido como “Los Cocos”, paralizó el tránsito en ambos sentidos, afectando a las comunidades de la Sierra que dependen de esta vía para acceder a servicios básicos y actividades económicas.
A pesar de la magnitud de la protesta, hasta el mediodía del jueves las autoridades estatales no habían ofrecido una mesa de diálogo formal para atender las demandas de los transportistas. Sin embargo, la presión ejercida por los bloqueos finalmente llevó a que se programara una reunión de trabajo para el martes 1 de octubre en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde representantes de la Secretaría General de Gobierno y de la SMyT se comprometieron a escuchar las quejas de los manifestantes y buscar una solución.
Entre los acuerdos preliminares alcanzados tras las primeras horas de negociaciones, las autoridades prometieron implementar operativos para combatir el “pirataje” en diversos municipios de la región Costa, a partir del viernes 27 de septiembre. Sin embargo, los transportistas dejaron claro que no levantarán por completo los bloqueos hasta que vean resultados tangibles en el cumplimiento de estas promesas.
A las 15:00 horas del mismo jueves, los transportistas accedieron a liberar temporalmente las carreteras bloqueadas, permitiendo que el tránsito vehicular se restableciera y que las actividades en la región volvieran a la normalidad. Sin embargo, el levantamiento del bloqueo no significa el fin del conflicto. Los transportistas han advertido que, si las autoridades no cumplen con sus compromisos, están dispuestos a retomar las protestas en cualquier momento.
El paro y los bloqueos carreteros en Chiapas no son un hecho aislado, sino parte de una problemática más amplia que afecta al sector del transporte en todo el país. La corrupción en la asignación de concesiones, la falta de regulación efectiva, y la creciente competencia desleal por parte de vehículos que operan al margen de la ley son problemas que han ido escalando en los últimos años.
Los transportistas concesionados, que deben cumplir con una serie de requisitos legales y fiscales para operar, sienten que están siendo desplazados por vehículos que, bajo el amparo de la corrupción, logran evadir estas normativas. La falta de acción por parte de las autoridades para resolver esta situación ha llevado a que los transportistas recurran a medidas extremas, como los bloqueos carreteros, para hacer escuchar sus demandas.
El conflicto entre los transportistas concesionados y las autoridades de Chiapas refleja una lucha más amplia por la justicia y la equidad en el sector del transporte. Mientras no se tomen medidas concretas para combatir la corrupción y regular de manera efectiva las concesiones, es probable que los bloqueos y las protestas continúen siendo una realidad en la región. Las autoridades enfrentan el reto de restaurar la confianza en el sistema de concesiones y garantizar que todos los transportistas puedan operar en condiciones justas y equitativas.