Organizaciones llaman a no seguir reproduciendo y difundiendo prejuicios, mitos e información equivocada
PORTAVOZ/AGENCIAS
Abortar no es peligroso; difundir información prejuiciosa o errónea al respecto, sí.
Que es un riesgo para la salud o la fertilidad, que deja huellas y traumas de por vida, que promueve la irresponsabilidad, que se fundamenta en el odio a las infancias, que tiene graves efectos en la salud mental o que su despenalización implica que todas las mujeres estarán obligadas a practicarlo son todos mitos que siguen promoviendo creencias erróneas y dañinas en torno al aborto.
Esto en un contexto nacional en el que muchas mujeres todavía no pueden recurrir a este servicio de manera segura. Datos de la Secretaría de Salud, recabados en sus informes semanales de notificación inmediata de muerte materna, revelan que durante este año el aborto se ha mantenido entre la tercera y segunda causa de estos fallecimientos, con una prevalencia de entre el 9.5 y el 12.5 por ciento.
Este 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, diversas organizaciones, agrupadas en la iniciativa Mujeres Vivas, Mujeres Libres, alertaron respecto a los mitos sobre el aborto que aún es necesario eliminar.
Angie Contreras, de Cultivando Género, explicó que una constante que persiste son los prejuicios en torno al aborto. Estos generan miedo y desinformación; de la segunda, el problema no es la mentira –remarca–, sino los riesgos que conlleva: abortos practicados de forma insegura, que ponen en riesgo las vidas de las mujeres y siembran en ellas la culpa, dentro de una sociedad que sigue juzgándolas.
MITO: “SI LO HACES UNA VEZ, JAMÁS PODRÁS VOLVER A SER MADRE”
Falso. El aborto es un procedimiento que, en la mayoría de los casos, se lleva a cabo tomando pastillas. Por ninguna circunstancia, va a limitar tu capacidad de volver a embarazarte en el momento que lo consideres.
El aborto legal y seguro no afecta ninguna capacidad futura, y tampoco aumenta el riesgo de cáncer. Aun cuando en México ha habido una disminución de la razón de mortalidad materna en general, el número de muertes por aborto no ha disminuido. De hecho, en entidades como Baja California Sur, Querétaro, Coahuila y Sinaloa ha crecido al doble, y en Nuevo León y Quintana Roo al triple.
MITO: “ES UN PROCESO RIESGOSO, UNA CIRUGÍA CON MUCHA SANGRE, COMO DE PELÍCULA”
No, remarca tajante Angie Contreras. Los abortos, según señala la propia Organización Mundial de la Salud y diferentes protocolos de acompañantes, se hacen a partir del uso del misoprostol, un medicamento seguro que se puede adquirir en farmacias. Cuando se acude a cualquier instancia del Estado a solicitar un aborto, son esas mismas pastillas las que se proporcionan. Si se toman en las dosis y horarios adecuados, es completamente seguro. Más allá de las reacciones esperadas de un medicamento dependiendo del cuerpo, no hay peligro de que ocurra nada más.
El riesgo se origina cuando el aborto no es accesible y las mujeres se ven orilladas a recurrir a métodos que pueden arriesgar su salud. Cada año se producen 25 millones de abortos peligrosos en todo el mundo, de los que 97 por ciento se dan en países en vías de desarrollo.
MITO: “QUIENES DECIDEN ABORTAR O DEFIENDEN EL DERECHO ODIAN A LAS INFANCIAS”
No. Al contrario. Muchas mujeres que deciden abortar y activistas respetan y abrazan a las infancias, pero el derecho al aborto implica justamente que todas puedan decidir en qué momento ser o no madres, y eso debe respetarse.
MITO: “LO QUE BUSCAN ES QUE HAYA MENOS NIÑOS POBRES”
Es una idea falsa y muy triste. La posibilidad de abortar no quiere decir que haya una intención de “limpiar” a la población, o de que solo lo practiquen mujeres con escasos recursos. Al aborto recurren mujeres o personas con capacidad de gestar de cualquier nivel económico o social. Lo importante es contar con la información suficiente para decidir y con un acceso universal.
MITO: “ES UN PECADO Y NOS VAMOS A IR AL INFIERNO”
Más allá de las creencias personales religiosas, Angie Contreras destacó lo que sostiene la organización Católicas por el Derecho a Decidir: “Si María pudo decidir, por qué yo no”. ¿A partir de qué? De la información. “El mayor pecado es seguir permitiendo las violencias, las violaciones, verlas y no decir nada. Es preferible que podamos tomar decisiones”, subraya.
MITO: “LEGALIZARLO IMPLICA QUE VAMOS A OBLIGAR A TODAS LAS MUJERES A ABORTAR”
No. El aborto es decisión personal de cada una. Si una mujer o persona gestante no quiere hacerlo, adelante, es una decisión respetable. “Vamos a acompañar esa maternidad, y vamos a buscar que ese embarazo y ese proceso sea seguro, que tenga la atención médica, que no se te violente en el trabajo de parto”, afirmó Contreras. Sin embargo, para quienes tienen dudas, es necesario brindar información sencilla y empática, para que puedan decidir qué quieren hacer. El aborto no significa obligar, significa poder decidir.
MITO: “LAS MUJERES SE DEPRIMEN O SE TRAUMAN DE POR VIDA”
Falso. La mayoría siente alivio y confianza cuando es su decisión. Acceder a un aborto seguro no implica una mayor predisposición a problemas emocionales o psicológicos, que, por el contrario, sí pueden derivarse de ser forzadas a ser madres, abortar en circunstancias o condiciones inseguras, o recibir comentarios violentos y críticas por su decisión.
MITO: “PROMUEVE LA IRRESPONSABILIDAD”
No. Abortar no es una decisión que se tome a la ligera, o que sea fácil en algunos casos. No se utiliza como método anticonceptivo, sino porque las mujeres lo consideran mejor según su situación personal. Juzgar esa decisión refuerza estigmas y discriminación. Por otro lado, restringir el derecho al aborto no reduce ni elimina su práctica. Sin embargo, en países que penalizan solo uno de cada cuatro es seguro, a diferencia de los nueve de cada 10 que lo son en donde es legal.
La criminalización social y mediática es una de las barreras más grandes que aún está pendiente de superar en nuestro país. Además, suele ocurrir en los contextos cercanos y familiares de las mujeres y personas con capacidad de gestar que deciden abortar, y que duelen más.
“Estas redes cercanas son quienes tendrían que estar ahí para apoyarte, escucharte, ser empáticas y que respetemos los procesos, y, al contrario, son quienes primero juzgan, desinforman, promueven justamente estos miedos. Además, si se da una situación de riesgo, pues estas chicas y chiques no van a acercarse a sus redes de apoyo por el mismo temor. Termina siendo una espiral muy violenta sobre la desinformación”, alerta Contreras.