Lidian con menores ingresos y un ganado debilitado, lo que afecta tanto a las ventas locales como en exportaciones
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La llegada de la temporada de secas representa un desafío anual para los ganaderos de Tonalá, quienes ven cómo sus ingresos disminuyen debido a la baja en la producción lechera. A pesar de que el precio del litro de leche suele aumentar durante esta época, la escasez de producto impacta de manera negativa en sus finanzas, lo que genera una discrepancia donde el costo sube, pero las ganancias se desploman. Este fenómeno es, para muchos, un ciclo repetitivo que obstaculiza la estabilidad económica de los productores.
El líder de los ganaderos locales, Cayetano Navarro, señaló que las vacas, debilitadas por la falta de alimento y agua suficiente, producen menos leche, esto afecta no solo la venta local, sino también la exportación de queso a otros estados de México. Este descenso en la producción complica aún más la situación para quienes dependen de estos ingresos para subsistir, dado que, al reducirse la demanda de queso y leche, se disminuyen las oportunidades comerciales.
Además, los efectos de la temporada de secas no se limitan solo a la producción láctea. Los ganaderos también enfrentan el reto de mantener a sus animales en condiciones adecuadas. Las vacas y becerros se adelgazan, lo que obliga a los productores a vender el ganado a precios muy por debajo de su valor real. Esta situación pone en riesgo la viabilidad de sus negocios, en una época donde los costos de operación siguen siendo altos.
La única luz en este panorama es que, aunque la temporada de lluvias trae consigo un repunte en la producción lechera, el mercado también reacciona con una baja en el precio del litro de leche, lo que complica la estabilidad económica de los ganaderos a largo plazo. Así, la alternancia entre la temporada de secas y lluvias genera un ciclo difícil de romper, en el que la abundancia de producto no garantiza mejores ingresos.
Ante este escenario, los ganaderos de Tonalá hacen un llamado a las autoridades para buscar soluciones que les permitan enfrentar las dificultades de la temporada de secas. La implementación de apoyos o incentivos económicos podría ser clave para que los productores locales puedan mantener su actividad sin caer en pérdidas devastadoras.