Los colaboradores del sur demandan atención y justicia para mejorar su calidad de vida y oportunidades
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La reciente reforma al artículo 123 constitucional, que asegura que el salario mínimo no esté por debajo de la inflación, ha desencadenado una reacción entre los trabajadores de la frontera sur. Sin embargo, este avance es insuficiente si no se aborda la persistente desigualdad salarial que los separa de sus contrapartes en el norte. La diferencia de ingresos se ha convertido en un tema crítico que afecta la calidad de vida de las familias en esta región.
El secretario general de la Federación Obrera Revolucionaria (Forasrm) en Chiapas, Teodoro Vázquez Castillo, destacó que el salario mínimo en el sur es de 248.93 pesos diarios, mientras que en la zona libre del norte asciende a 374.89 pesos. Esta brecha de 125.43 pesos perpetúa un ciclo de pobreza que impide el desarrollo económico y social de las familias. La falta de un trato equitativo alimenta la migración hacia el norte en busca de mejores oportunidades.
El impacto de esta desigualdad no se limita a lo económico; también afecta el bienestar emocional y la moral de los trabajadores. La percepción de un sistema que no protege a los más vulnerables intensifica la desconfianza hacia las instituciones, un sentimiento que se arraiga en la comunidad y obstaculiza el progreso colectivo.
La reforma es un paso positivo, pero su efectividad dependerá de la implementación de un salario mínimo que refleje las realidades de todos los mexicanos. Es crucial que los legisladores federales escuchen esta demanda y actúen para garantizar un salario justo que permita a los trabajadores del sur acceder a una vida digna.
La lucha por un salario mínimo justo en la frontera sur, va más allá de un simple aumento; se trata de reconocer el derecho de los trabajadores a vivir con dignidad y seguridad económica. Los representantes del pueblo deben llevar este mensaje al Congreso de la Unión, para transformar el discurso en acciones concretas que promuevan la equidad y la justicia social.