En Tapilula y Pantepec, el colapso de alcantarillas agravó los daños en calles y hogares
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Las recientes lluvias provocadas por el frente frío y la tormenta tropical Nadine desataron una serie de afectaciones en la zona norte de Chiapas, con especial impacto en las rutas y comunidades cercanas a Pichucalco. El desbordamiento del río La Sierra dejó incomunicada la carretera Villahermosa-Pichucalco, esto afecto la movilidad y economía de las poblaciones aledañas. La crecida del río solo permitió el paso de camiones pesados, mientras que el resto de vehículos quedaron varados o tuvieron que buscar rutas alternas.
En los municipios de Tapilula y Pantepec, los ríos La Olla y Chuatek alcanzaron niveles preocupantes, al inundar viviendas y provocar severos encharcamientos en barrios como Esquipulas. Las calles amanecieron cubiertas de escombros y tierra, y el colapso de alcantarillas en la carretera federal empeoró las condiciones, lo que dificultó el acceso y las labores de limpieza. En las áreas rurales, como Rincón Chamula, los deslizamientos de tierra también generaron bloqueos y daños en la infraestructura vial, mientras los equipos locales trabajaban con maquinaria para despejar las vías.
En Rayón, las lluvias no causaron víctimas, pero dejaron su huella con daños significativos en viviendas y vehículos. Protección Civil informó que 14 casas resultaron afectadas y varios automóviles fueron arrastrados por las corrientes. La sucursal del Banco Bienestar, ubicada en el centro del municipio, fue severamente encharcada, añadiendo un desafío logístico para la comunidad.
El Comité de Protección Civil del ejido Nuevo San Carlos, en Pichucalco, realizó un monitoreo continuo de las afectaciones. Aunque no se reportaron daños graves en viviendas, el nivel del agua alcanzó traspatios y calles, lo que creo riesgos adicionales para los habitantes. La prevención se mantuvo en el foco de las autoridades locales para evitar una tragedia mayor.
En Ixhuatán, la crecida del río La Sierra obligó a evacuar a cuatro familias, que fueron trasladadas a refugios temporales. Las autoridades municipales se movilizaron para garantizar la seguridad de los residentes. Estos eventos evidenciaron la necesidad de fortalecer las medidas preventivas y de respuesta ante emergencias en esta región vulnerable del estado.