La falta de reconocimiento a Bienes Comunales ha cerrado los espacios para diálogo
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La comunidad zapatista de 6 de Octubre, ubicada en Chiapas, enfrenta una creciente tensión debido a un conflicto territorial con la comunidad de Nueva Palestina. Este choque de intereses, que amenaza con escalar hacia un enfrentamiento violento, resaltó la urgente necesidad de intervención por parte de las autoridades para garantizar la paz y el respeto a la autonomía de los pueblos originarios.
Desde su fundación en 1997, la comunidad de 6 de Octubre se ha regido por sus propias normas y ha mantenido un firme control sobre su territorio, lo que les permite autogestionarse y preservar su identidad. Sin embargo, la llegada de grupos externos, algunos de ellos armados, ha puesto en jaque esta estabilidad. Las presiones sobre la tierra han aumentado, en parte por las demandas de los hijos de comuneros de Nueva Palestina que buscan hacerse con terrenos que consideran suyos, lo que agrava aún más el clima de confrontación.
El contexto es complicado. La falta de reconocimiento a la autoridad de Bienes Comunales ha dificultado el diálogo entre las partes, un elemento crucial para evitar que la situación se desborde. En el pasado, existían mesas de discusión que permitían abordar los desacuerdos, pero estas se han desvanecido en medio de la creciente desconfianza y la falta de un marco claro para la resolución de conflictos.
Es esencial que el Gobierno intervenga para facilitar el diálogo entre las comunidades y evitar un desenlace violento que podría resultar devastador. Las lecciones del pasado, donde enfrentamientos en la región dejaron cicatrices profundas, deben servir de advertencia. No se puede permitir que la historia se repita; la mediación debe ser una prioridad para garantizar que los conflictos se resuelvan pacíficamente.
La situación en 6 de Octubre es un llamado a la acción. Las autoridades de los tres órdenes de Gobierno deben asumir un rol proactivo en la resolución de este conflicto, promoviendo espacios de diálogo y entendimiento. La mediación efectiva puede ser la clave para transformar la tensión actual en una oportunidad de reconciliación y respeto mutuo.