La devastación de fauna se agrava con participación del crimen organizado, que abastece al
mercado internacional
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La caza furtiva y el tráfico ilegal de especies se han intensificado en Chiapas, exponiendo la
presencia de redes internacionales que diezman la fauna local. Un caso alarmante es el de un
jaguar conocido como “Pac-Man”, cuya muerte reveló la intervención de mafias chinas que operan
en el territorio, esto impulsa un comercio lucrativo que involucra partes del cuerpo de estos
felinos para el mercado negro.
El jaguar es una especie en peligro, y la caza de “Pac-Man” es un símbolo del tráfico ilegal de vida
silvestre en el estado. La mafia china utiliza a estos felinos, entre otros animales, para la medicina
tradicional, lo que ha provocado una demanda creciente en Asia. Esta red criminal, en
colaboración con carteles locales, extrae partes del jaguar, como colmillos, garras y órganos
reproductivos, con precios que oscilan entre los 10 mil y 20 mil dólares por cada animal
desmembrado.
El tráfico no se limita a los jaguares. Tiburones, reptiles y hasta especies endémicas como el
dragoncillo de labios rojos han caído en manos de estos traficantes. Según expertos en
conservación, la entidad se ha convertido en un punto clave para el comercio ilegal de fauna, en
parte debido a la escasa regulación y la complicidad del crimen organizado. Esta falta de control ha
facilitado que las redes criminales actúen con total impunidad.
Las cifras son impactantes: mientras que en México el comercio de animales exóticos ya
representa un negocio millonario, en China los precios se multiplican, atrayendo a traficantes de
todo el mundo. Los investigadores están pidiendo acciones más severas contra este tipo de
delitos, que, según ellos, no solo afectan la biodiversidad de la región, sino que también alimentan
un mercado internacional insaciable.
El reto ahora es frenar la expansión de estas redes, que no solo afectan a los jaguares, sino a la
vida silvestre en general. La solución reside en una aplicación más estricta de las leyes ambientales
y en la cooperación internacional para detener el avance de estos delitos, antes de que sea
demasiado tarde para las especies que aún quedan en la región.