Los habitantes han modificado sus hábitos para evitar ser víctimas de la creciente criminalidad
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Tapachula se ha convertido en la ciudad donde la percepción de inseguridad ha alcanzado su punto más alto a nivel nacional, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del tercer trimestre de 2024. Con un 91.9por ciento de su población viviendo en constante temor, este municipio fronterizo enfrenta una crisis por el alza de la delincuencia. El dato, aunque contundente, es solo el reflejo superficial de una realidad más compleja.
El crecimiento del miedo en Tapachula no puede verse de forma aislada, dado que comparte su lugar en la lista de las seis ciudades más inseguras con Tuxtla Gutiérrez, que también ha experimentado un aumento significativo en la percepción de peligro. La inseguridad en Chiapas parece haberse extendido a la capital del estado. Ambos casos sugieren que no es solo la delincuencia lo que está en aumento, sino una percepción de abandono por parte de las autoridades.
Este miedo constante ha impactado en la vida cotidiana de los chiapanecos. Los cambios en los hábitos de la población, como dejar de salir de noche o evitar portar objetos de valor, son una muestra clara de cómo la inseguridad ha moldeado el comportamiento de las personas. Lo preocupante no es solo que la ciudadanía adopte estas medidas, sino que se han convertido en una respuesta necesaria para sobrevivir en un entorno hostil.
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la falta de confianza en las fuentes oficiales de información ha alimentado aún más la percepción de peligro. Redes sociales y conversaciones personales se han convertido en los principales medios para obtener noticias sobre la criminalidad, lo que amplifica el sentimiento de inseguridad.
En un estado donde las instituciones parecen incapaces de revertir esta tendencia, la urgencia de una intervención más efectiva es innegable. La seguridad no puede ser solo un número, debe traducirse en acciones que devuelvan la confianza a quienes viven con miedo todos los días.