Autogobierno zapatista enfrenta provocaciones constantes por el control de tierras recuperadas en 1994
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En medio de una creciente preocupación por la violencia y el despojo territorial, más de 70 organizaciones de la red Europa Zapatista levantaron la voz para exigir un respeto genuino hacia las formas de autogobierno de los pueblos originarios de Chiapas. Este clamor se da en un contexto donde la identidad y la autonomía de comunidades como las del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) están bajo constante amenaza por intereses externos y la violencia vinculada al crimen organizado.
La reciente declaración enfatizó que Chiapas se ha convertido en un lugar, donde la lucha por el control territorial se mezcla con el afán de despojamiento. Las fronteras del estado no solo delimitan espacios geográficos, sino que se han convertido en escenarios de confrontación donde el legado zapatista, que data de 1994, se enfrenta a un avance capitalista que busca borrar décadas de resistencia y recuperación de tierras.
Al abordar el concepto de desarrollo, las agrupaciones europeas subrayaron que la propuesta del EZLN se distancia de los modelos impuestos por el Gobierno, que a menudo resultan en la concentración del poder y los recursos. En cambio, los zapatistas promueven una alternativa basada en la solidaridad y la colaboración comunitaria. Esta propuesta no solo desafía la lógica capitalista, sino que también ofrece un camino hacia la paz y la convivencia.
Es crucial entender que la violencia y la opresión que enfrentan las comunidades no son resultados de conflictos territoriales; son el producto de decisiones políticas que favorecen a quienes buscan controlar los recursos naturales y la vida de las personas. En este sentido, la llamada a la comunidad internacional no es solo un acto de solidaridad, sino una invitación a cuestionar la complicidad de gobiernos en la perpetuación de la violencia.
Al exigir el fin de las hostilidades y la legitimación de la violencia, Europa Zapatista no solo aboga por la paz en Chiapas, sino que también promueve un reconocimiento más amplio de la diversidad cultural y política que caracteriza a México. Este llamado fue recordatorio de que la situación en comunidades como 6 de Octubre, donde los pobladores están siendo desterrados de tus hogares tienen que ser atendidas a la brevedad.