El acceso a zonas rurales y montañosas ha quedado interrumpido por deslaves y bloqueos de caminos
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
Las intensas lluvias que recientemente azotaron el estado de Chiapas han dejado una estela de devastación, afectando a más de cinco mil 500 viviendas y causando daños graves en caminos, carreteras y otros espacios públicos. El gobernador del estado, Rutilio Escandón Cadenas, informó sobre la gravedad de la situación, destacando que las inundaciones y deslaves provocados por las precipitaciones han impactado a numerosas comunidades vulnerables en el estado.
La situación se ha tornado crítica, dado que el acceso a varias zonas rurales y montañosas ha quedado interrumpido por deslaves y bloqueos de caminos, lo cual ha complicado la entrega de ayuda humanitaria. De acuerdo con datos proporcionados por Protección Civil y las autoridades locales, los municipios más afectados se encuentran en las regiones de la Sierra y la Frontera, áreas que históricamente presentan altos niveles de pobreza y vulnerabilidad ante fenómenos naturales. Las lluvias han causado pérdidas materiales considerables, dejando a miles de personas sin hogar, sin acceso a servicios básicos y en una situación de extrema necesidad.
La respuesta ante esta emergencia ha sido coordinada a nivel estatal y federal. En un esfuerzo conjunto para atender a la población afectada, el Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, y diversas corporaciones de seguridad, salud y Protección Civil, tanto federales como locales, han desplegado operativos para proporcionar apoyo. El gobernador resaltó que estas instituciones han trabajado sin descanso para garantizar que la ayuda llegue a las personas que más lo necesitan.
Los Comités Comunitarios de Protección Civil han jugado un papel crucial en este contexto, participando activamente en la distribución de alimentos, cobijas y otros insumos básicos. Estos comités, formados por residentes de las propias comunidades afectadas, han sido esenciales para canalizar la ayuda de manera efectiva y responder rápidamente a las necesidades de los damnificados.
Las autoridades han habilitado refugios temporales en diferentes localidades del estado. Estos espacios, que brindan alojamiento seguro a las familias desplazadas, han contado con el apoyo logístico y operativo de las Fuerzas Armadas y Protección Civil. El gobernador Escandón hizo un llamado a la población para que se acerque a estos refugios en caso de necesitarlo, asegurando que “las Fuerzas Armadas y todas las autoridades encabezadas por Protección Civil estarán ahí para brindar asistencia”.
Uno de los recursos más valiosos en esta emergencia ha sido el uso de aeronaves oficiales para realizar traslados de personas que requieren atención médica urgente. Durante la sesión de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad, Escandón Cadenas enfatizó el papel de los helicópteros y aviones oficiales en la atención a los damnificados, particularmente en aquellas zonas donde el acceso terrestre ha sido bloqueado por los deslaves.
Las aeronaves de Chiapas, según el mandatario, “no detienen sus labores, al contrario, siguen salvando vidas todos los días”. Los helicópteros, en particular, han sido convertidos en verdaderas ambulancias aéreas, permitiendo el traslado rápido de personas que necesitan atención médica inmediata. Este apoyo ha sido determinante para salvar vidas y atender emergencias de salud en comunidades remotas y de difícil acceso.
El daño causado por las lluvias no solo ha afectado a las viviendas y a los servicios básicos, sino también a la infraestructura económica en la entidad. Muchos caminos y carreteras han quedado destruidos o seriamente dañados, afectando el tránsito de bienes y personas, lo que podría tener consecuencias económicas duraderas en la región. La agricultura, una de las principales fuentes de sustento para las comunidades rurales, ha sufrido también pérdidas significativas debido a las inundaciones, lo que añade una carga adicional a las familias que ya enfrentan una situación precaria.
De acuerdo con los reportes preliminares, muchas de las cosechas de café, maíz y frijol han quedado bajo el agua, lo que podría derivar en una escasez de estos productos básicos en el mercado local y un incremento en los precios. Esto representa un reto adicional para las comunidades afectadas, que dependen en gran medida de la producción agrícola para su subsistencia y que ahora deberán buscar alternativas para hacer frente a esta crisis.
La magnitud del desastre en Chiapas ha captado la atención de organizaciones no gubernamentales y entidades internacionales, que han comenzado a ofrecer ayuda a las comunidades afectadas. Algunas ONG ya han establecido centros de acopio en otras entidades del país para recolectar alimentos, ropa y medicamentos que serán enviados a Chiapas. Además, algunos países vecinos han expresado su disposición de colaborar con México en la atención a los damnificados, enviando suministros y ofreciendo apoyo técnico en las labores de rescate y recuperación.
El Gobierno estatal ha agradecido la solidaridad mostrada por la comunidad internacional, y ha pedido a la población que se sume a los esfuerzos de ayuda mediante la donación de insumos básicos en los centros de acopio locales.
Las autoridades de Protección Civil han reiterado la importancia de mantener las medidas preventivas, especialmente en esta temporada de lluvias. El gobernador Escandón hizo un llamado a la población para mantenerse informada sobre las alertas meteorológicas y seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar riesgos mayores.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, la magnitud del desastre revela también los grandes desafíos que enfrenta el estado en términos de infraestructura y preparación para fenómenos naturales. La falta de obras de drenaje adecuadas en zonas rurales y la construcción de viviendas en áreas de alto riesgo contribuyen a que las lluvias provoquen estragos año tras año, afectando principalmente a las comunidades más vulnerables.
Para mitigar el impacto de futuros desastres, será necesario que el Gobierno, en conjunto con los sectores privados y sociales, implemente políticas de prevención y desarrollo sostenible que consideren los riesgos naturales del estado. Esto incluye la inversión en infraestructura de drenaje y la construcción de viviendas seguras en zonas que no representen un peligro para las familias. Además, se debe fortalecer la capacitación y el equipamiento de los Comités Comunitarios de Protección Civil, quienes son el primer frente de ayuda en situaciones de emergencia.
Las lluvias en la entidad han desencadenado una crisis humanitaria que afecta a miles de personas, y aunque la respuesta de las autoridades ha sido rápida, la recuperación será un proceso lento y complejo. Las familias damnificadas deberán enfrentarse a un proceso de reconstrucción que requiere no solo de recursos materiales, sino también de un apoyo constante por parte de las instituciones gubernamentales y de la sociedad en su conjunto.
La situación actual pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades en la región ante fenómenos naturales, y subraya la necesidad de políticas públicas orientadas a la prevención de desastres. La reconstrucción de las viviendas, el restablecimiento de los servicios básicos y el apoyo psicológico a los afectados serán algunos de los retos más importantes en los próximos meses.
Las recientes lluvias intensas en Chiapas han dejado una estela de destrucción, provocando inundaciones y deslaves que afectaron más de cinco mil 500 viviendas, además de caminos, carreteras y espacios públicos. Ante esta situación de emergencia, el Gobierno del estado, encabezado por el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, ha destacado el esfuerzo conjunto de distintas fuerzas de seguridad y organizaciones civiles para auxiliar a la población y restablecer la normalidad en las zonas más impactadas.
Escandón enfatizó el trabajo solidario del Ejército Mexicano, la Marina, la Guardia Nacional, y las corporaciones de seguridad a nivel federal, estatal y municipal, quienes han implementado un operativo permanente en las áreas más vulnerables. Este despliegue incluye no solo la evacuación de personas en riesgo, sino también la entrega de ayuda humanitaria. “Si tienes necesidad de acudir a un refugio temporal, ahí te van a estar esperando las Fuerzas Armadas y todas las autoridades encabezadas por Protección Civil (PC), así como los Comités Comunitarios de Protección Civil, a quienes les agradecemos porque son pueblo”, expresó el gobernador en un mensaje dirigido a la población.
El impacto de las lluvias ha sido profundo, afectando viviendas y dañando infraestructuras esenciales como carreteras y caminos, lo cual ha complicado el tránsito y el acceso a varias comunidades. Según datos de Protección Civil estatal, algunas zonas permanecen aisladas debido a los deslizamientos de tierra que bloquean caminos rurales y carreteras principales. Estos desastres han provocado el desplazamiento de cientos de familias, que han encontrado en los refugios temporales un espacio seguro donde recibir abrigo y alimentación.
Las labores de ayuda humanitaria también han involucrado a personal del sector Salud y de los Comités Comunitarios de Protección Civil. Estas instituciones, en coordinación con Protección Civil estatal y municipal, están brindando atención médica a quienes lo requieren, así como garantizando la provisión de alimentos y abrigo a las familias afectadas. “Nos enfocamos en asegurar que todos reciban atención oportuna y apoyo para reanudar sus actividades. Nadie debe sentirse solo en este momento”, añadió Escandón Cadenas.
Además, los Comités Comunitarios de Protección Civil, integrados en su mayoría por habitantes de las mismas localidades, han demostrado un esfuerzo invaluable en la organización y gestión de los refugios temporales. Estas brigadas comunitarias son una extensión de las autoridades en cada rincón del estado, ayudando a identificar las necesidades urgentes y canalizando recursos para el apoyo inmediato de las comunidades más golpeadas.
El gobernador destacó el compromiso de las Fuerzas Armadas, cuyo personal ha estado presente desde el inicio de la emergencia, en tareas que van desde el rescate de personas atrapadas en sus viviendas hasta la distribución de bienes de primera necesidad. La respuesta coordinada entre la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional ha permitido que las acciones se implementen de manera rápida y eficiente, abarcando un mayor número de comunidades.
Escandón expresó su agradecimiento a estas instituciones, que trabajan codo a codo con las autoridades locales y los ciudadanos. “Agradecemos a las Fuerzas Armadas y a cada uno de los voluntarios y servidores públicos que están dando todo de sí para proteger y ayudar a nuestras comunidades. Este es un ejemplo de cómo Chiapas se une en la adversidad”, subrayó el gobernador.
La recuperación de las áreas afectadas requerirá tiempo y una coordinación constante entre el Gobierno, las fuerzas de seguridad y la ciudadanía. Además de los daños materiales, se prevé que los problemas de acceso a servicios básicos, como el suministro de agua potable y electricidad, tardarán en regularizarse en algunas zonas. No obstante, las acciones coordinadas buscan reducir las dificultades y permitir que las familias retornen a sus hogares lo antes posible.
El Gobierno de Chiapas también ha lanzado un llamado a la población para que se mantenga informada y atenta a las indicaciones de Protección Civil, especialmente en aquellos lugares donde el riesgo de inundaciones y deslaves persiste. Ante la posibilidad de más lluvias en los próximos días, las autoridades reiteran la importancia de seguir las instrucciones de los Comités Comunitarios de Protección Civil y de hacer uso de los refugios temporales cuando sea necesario.
El despliegue de recursos humanos y materiales, junto con el esfuerzo solidario de la población y la intervención de las Fuerzas Armadas, deja en claro el compromiso de la entidad por superar esta emergencia. Con esperanza y trabajo en equipo, las autoridades confían en que la entidad se levantará de este desastre natural, mostrando una vez más la fortaleza y resiliencia de su gente.
Mientras tanto, la solidaridad de la sociedad mexicana será clave para que los damnificados puedan salir adelante.