Autoridades del transporte deben intervenir para evitar accidentes, dado que los extranjeros no
respetan normas viales
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
El tránsito por las carreteras de la zona costera de Chiapas se ha vuelto un desafío para
automovilistas y transportistas, quienes expresaron preocupación por el desorden que generan las
caravanas de migrantes que cruzan la región. A medida que avanzan sin una organización clara, los
migrantes ocupan partes de la carretera, que obliga a los vehículos a reducir su velocidad y
aumentar su precaución para evitar accidentes.
Los conductores afirman que este caos en las vías ha aumentado los riesgos, no solo para los
migrantes, sino también para los usuarios de las carreteras. Según varios testimonios, la falta de
coordinación en la forma en que los migrantes caminan por las rutas convierte cualquier trayecto
en un reto. “No respetan las zonas de tránsito, y eso es peligroso. Tenemos que maniobrar con
mucho cuidado para evitar golpearlos”, comentó uno de los transportistas locales.
Ante esta situación, los automovilistas hacen un llamado urgente a las autoridades de transporte
para que intervengan, sugiriendo que se implementen programas que orienten a los migrantes
sobre cómo transitar de manera segura por las carreteras. Para ellos, esta falta de capacitación
aumenta la probabilidad de accidentes, dado que las vialidades no están preparadas para el flujo
masivo de personas que a menudo caminan en cualquier dirección.
La preocupación también recae en la creciente tensión entre migrantes y locales. Los
automovilistas sienten que la convivencia en las carreteras se ha vuelto cada vez más riesgosa,
toda vez que deben tomar más tiempo y cuidado al cruzar tramos donde las caravanas están
presentes.
Por ello, insisten en la necesidad de que se adopten soluciones prácticas y urgentes. Cursos de
tránsito para migrantes y operativos de control vial son algunas de las sugerencias para evitar que
los caminos se vuelvan más peligrosos. Mientras tanto, el reto para todos sigue siendo encontrar
un equilibrio entre garantizar la seguridad de quienes transitan las carreteras y los derechos de los
migrantes que buscan llegar a su destino.