Este avance no solo beneficia a viajeros, sino que también plantea desafíos en la gestión de flujos migratorios
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El reciente lanzamiento del HUB Monterrey promete transformar el panorama aéreo de Tapachula, ofreciendo a los viajeros de la región un acceso a 14 destinos nacionales e internacionales a través de la aerolínea Volaris. Este avance no solo amplía las opciones de viaje para los habitantes de Tapachula, sino que también puede estimular el desarrollo económico al mejorar la conectividad entre el sur y el norte del país.
El director de Vuela Agencia de Viajes, Jorge Alfredo Gálvez Sánchez, destacó que el Aeropuerto Internacional de Tapachula (AIT) ha experimentado un aumento notable en la demanda de vuelos, en especial hacia Monterrey, Guadalajara y otras ciudades importantes. Esta tendencia sugiere un creciente interés por parte de los viajeros, así como una mayor posibilidad de que el AIT se consolide como un punto clave para la aviación en la región.
Sin embargo, una de las dinámicas más interesantes que ha surgido es el uso del AIT como un punto de partida para migrantes que buscan acceder a Estados Unidos. Gálvez Sánchez señaló que alrededor del 50 por ciento de los boletos vendidos desde Tapachula son adquiridos por migrantes con citas en CBP One. Esta situación refleja cómo el aeropuerto ha evolucionado para servir no solo a los viajeros locales, sino también a aquellos en busca de mejores oportunidades en el extranjero.
El fenómeno de los migrantes que utilizan el AIT ha crecido desde que se facilitó el trámite de citas en septiembre. Esto ha llevado a un incremento en el flujo de pasajeros, pero también plantea desafíos en términos de regulación y manejo de estas nuevas dinámicas migratorias. Las autoridades deberán garantizar que esta movilidad se realice de manera ordenada y segura.
Con el HUB Monterrey como un centro de conexión, Tapachula tiene la oportunidad de posicionarse como un eje clave en la red de transporte aéreo de México. Esto no solo beneficiará a sus habitantes, sino que también podría dar lugar a un enfoque más integral sobre la migración y el desarrollo regional, al fomentar un entorno que combine movilidad, oportunidades económicas y un manejo responsable de los flujos migratorios.