La educación preescolar indígena sigue marginada por la falta de apoyo gubernamental
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
En el Soconusco, alrededor de 27 escuelas de educación preescolar indígena han quedado
relegadas al olvido, reflejo de la desatención que padecen las comunidades indígenas en cuanto a
infraestructura y materiales educativos. Desde Mapastepec hasta Unión Juárez, estas instituciones
luchan por brindar un aprendizaje adecuado a los niños, pero enfrentan adversidades que van
desde la precariedad de los edificios hasta la escasez de mobiliario y recursos didácticos.
El maestro y promotor de la lengua mam, José Castañón, destacó la importancia de la enseñanza
de la lengua materna en estas comunidades, pero reconoció que el esfuerzo individual de
docentes y padres de familia no ha sido suficiente para contrarrestar la falta de apoyo
gubernamental. A pesar de que los docentes bilingües y los padres de familia hacen lo posible por
enseñar a los niños su lengua indígena, la realidad es que los recursos para hacerlo son mínimos.
La pérdida de la lengua mam es un fenómeno que, según Castañón, avanza a lo largo de los años
debido a la falta de intervención de las autoridades educativas en la región. En lugar de contar con
aulas adecuadas y programas que promuevan el rescate cultural, los niños de estas comunidades
se ven obligados a estudiar en condiciones que limitan su aprendizaje y su desarrollo.
Además de la falta de infraestructura, las escuelas indígenas del Soconusco carecen de los
materiales educativos básicos que permitirían una mejor formación para los niños. Sin acceso a
tecnología, libros adecuados ni recursos para llevar a cabo clases de calidad, los maestros y padres
se enfrentan a un desafío constante.
Los docentes y padres de familia han denunciado en diversas ocasiones la falta de respuestas por
parte de los tres órdenes de Gobierno. A pesar de recibir algunos discursos y promesas de apoyo,
la situación en las comunidades del Soconusco sigue siendo la misma. Para ellos, no basta con que
las autoridades presuman su apoyo a los pueblos indígenas; es necesario que se traduzcan en
acciones concretas que respondan a las urgentes necesidades de infraestructura y educación en
estas zonas marginadas.