Colectivas denunciaron la inacción de autoridades y exigen que se garantice seguridad para las mujeres
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La violencia persiste en Chiapas, y el feminicidio de Erika Jiménez Gómez, una joven de 23 años y siete meses de embarazo, ha puesto de nuevo en evidencia la ineficacia del sistema de justicia frente a la grave crisis de feminicidios en la región. El hallazgo de su cuerpo, luego de días de incertidumbre tras su desaparición el 31 de octubre, pone en primer plano la falta de acciones contundentes para frenar la violencia contra las mujeres en el estado.
A pesar de que la Fiscalía General del Estado (FGE) activó el Protocolo Alba y realizó un cateo en un domicilio particular de Palenque, los feminicidios siguen siendo una constante en Chiapas, con Erika sumándose a la lista de 29 féminas asesinadas de manera violenta en lo que va del año. Esta cifra inquietó en las colectivas feministas, como 50 más 1, que, además de lamentar este crimen, denunció la falta de una respuesta eficiente de las autoridades.
El asesinato de Erika y su hija no solo representa una tragedia personal para su familia, sino que refleja un patrón de desprotección estatal ante la violencia de género. La denuncia de la violencia que ella vivió, por su pareja, no fue atendida con la urgencia que requería, lo que hace que la muerte de Erika no sea un caso aislado, sino parte de una serie de feminicidios que siguen ocurriendo sin la debida sanción para los responsables.
Este caso también pone en evidencia la necesidad de un cambio estructural en las políticas públicas de seguridad y justicia. El feminicidio de Erika no es una tragedia más, es un llamado a la acción para que las autoridades de todos los órdenes se comprometan a garantizar la integridad de las mujeres y a eliminar las condiciones que permiten la violencia de género.
La sociedad chiapaneca no tolera que cada año se registren más feminicidios y que las féminas continúen siendo víctimas de un sistema que no garantiza su derecho a una vida libre de violencia. Es fundamental que los esfuerzos para erradicar la violencia de género vayan más allá de promesas y discursos. La Comisión de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que integra la colectiva feminista 50 más 1, se mantiene vigilante, exigiendo justicia para Erika y todas las chiapanecas que han sido víctimas de feminicidio.