Intentó robar un tráiler y hay temor por represalias. La sanción se llevará a cabo bajo el sistema de usos y costumbres
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En una tarde cargada de tensión, el expresidente municipal de San Juan Chamula, Domingo Sántiz, fue detenido en un operativo que evidenció las complejidades de la justicia en esta región chiapaneca. Sántiz, acompañado de un grupo de individuos, fue señalado por intentar robar un tráiler cargado de cemento en la comunidad de Cruztón.
Según los primeros reportes, el tráiler de carga provenía de Chenalhó y fue interceptado en la comunidad de Pajalton Alto, en San Juan Chamula. El intento de robo se frustró gracias a la intervención de las autoridades locales, quienes, bajo el sistema de «usos y costumbres», lograron capturar a los delincuentes. La peculiaridad de este sistema radica en que los acusados serán juzgados según las tradiciones comunitarias.
La detención de Sántiz ha generado alarma en la región. Los rumores sobre posibles represalias de sus seguidores circulan. Habitantes de la zona han reportado la presencia de personas armadas, lo que ha intensificado el temor en la comunidad. En un contexto donde la violencia y los conflictos de poder se han intensificado, la situación se complica aún más debido a la figura de un exlíder municipal involucrado.
Este hecho resalta también las contradicciones que persisten en el Gobierno y la justicia local. A pesar de los avances en la modernización de las instituciones de seguridad, el sistema de justicia comunitaria juega un papel crucial en el manejo de los conflictos en la región. La situación plantea interrogantes sobre la efectividad de un sistema que no siempre está alineado con las normativas nacionales, pero que continúa siendo una parte integral en la comunidad.
Aunque las investigaciones continúan, el caso de Domingo Sántiz es solo uno más en una serie de hechos que subrayan la necesidad de fortalecer la seguridad y la justicia en las regiones indígenas de Chiapas. La expectativa de un juicio bajo las costumbres locales genera incertidumbre, mientras que el miedo a represalias mantiene a la comunidad en vilo.