El comercio electrónico experimenta un auge, pero la seguridad en transacciones sigue siendo una prioridad
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En Chiapas, el comercio electrónico ha tomado un giro inesperado, al mostrar un crecimiento del 30 por ciento en 2023, muy por encima de la media del sureste mexicano, que fue del 18por ciento. Este incremento no solo evidenció una adaptación tecnológica acelerada, sino también un cambio en los hábitos de consumo local, impulsado por la búsqueda de conveniencia y mejores ofertas en plataformas digitales, indicó la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
Con la llegada del Buen Fin 2024, se anticipa una participación robusta en las compras online entre los chiapanecos, puesto que ocho de cada 10 internautas planean aprovechar las promociones, y de ellos, dos de cada 10 prefieren comprar en línea. Sin embargo, la mayoría combinará tanto la experiencia digital como la presencial, lo que refleja una dualidad de consumo que se fortalece en el estado.
Ante este auge, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha redoblado esfuerzos para promover prácticas seguras en el comercio digital. Las recomendaciones incluyen evitar enlaces en correos electrónicos no verificados y entrar de manera directa a los sitios de compra, además de instalar antivirus y activar alertas bancarias para monitorear el uso de tarjetas.
Para los consumidores chiapanecos, estas medidas de seguridad no son un mero detalle, sino una pieza crucial en su incursión en el mercado digital. En un estado que comienza a destacar en la adopción del comercio electrónico, la educación sobre transacciones seguras y el cuidado de datos personales representan nuevas habilidades que acompañan al crecimiento económico en línea.
La expansión del comercio digital en la entidad no es solo un indicador de consumo, sino una señal de modernización en la economía local. A medida que más personas en el estado descubren el potencial de las compras en línea, también se plantean desafíos de seguridad y confianza que tanto los consumidores como los comercios deben afrontar de forma conjunta para afianzar esta transformación.