La sociedad exige reformas a políticas de seguridad. Organizaciones civiles piden mecanismos de
justicia efectivos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Chiapas ha registrado cuatro feminicidios en lo que va de noviembre, lo que eleva a 33 el total de
víctimas de feminicidio en 2024, cifra que ya supera a la del año pasado. Esta escalofriante
estadística resalta una realidad alarmante: la violencia de género sigue creciendo en la entidad, en
especial al considerar el contexto de inseguridad generalizada que afecta a la población.
Las recientes víctimas, Laura, Erika, Anel y Mónica, comparten trágicas historias de violencia
extrema. Laura fue asesinada a balazos en un bar en Tuxtla Gutiérrez; Erika, embarazada de siete
meses, fue hallada sin vida en Palenque; Anel apareció muerta en la carretera a Puerto Arista, y
Mónica fue ultimada por su pareja en Tuxtla, lo cual dejó a dos hijos huérfanos. Estos casos no
solo exponen la brutalidad del feminicidio, sino también la impunidad que rodea a muchos de
ellos.
A pesar de las medidas implementadas, como la Alerta de Género en 2018, los feminicidios no
cesan, lo que ha generado una creciente frustración entre las organizaciones sociales. La Colectiva
50+1, que ha denunciado este patrón de violencia, insiste en que las autoridades deben revisar y
reformular las estrategias de seguridad y justicia para abordar de manera más efectiva los
feminicidios y la violencia de género.
El ambiente en Chiapas, donde la percepción de inseguridad crece cada día, no favorece la
protección de las mujeres. Con la violencia en aumento y las respuestas oficiales aún limitadas, las
mujeres de la entidad se sienten cada vez más vulnerables. Las autoridades deben asumir su
responsabilidad y garantizar que la justicia no sea solo un deseo, sino una realidad tangible para
las víctimas.
Es urgente que los tres órdenes de Gobierno revisen sus políticas y fortalezcan la implementación
de la Alerta de Género, al ampliar su alcance a los municipios más afectados. Las familias de las
víctimas, como las de Mónica, exigen que se hagan esfuerzos reales para frenar la violencia y que
los culpables enfrenten las consecuencias de sus actos. Sin justicia, el ciclo de violencia en Chiapas
seguirá repitiéndose.