Manifestantes piden a autoridades reconsiderar las políticas para permitirles trabajar sin afectar su economía
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
Este lunes, la carretera que conecta Palenque con la Zona Arqueológica quedó cerrada por un grupo diverso de trabajadores locales: guías turísticos, vendedores de alimentos y artesanos. La razón detrás de la protesta es clara: se sienten marginados del acceso al recién inaugurado Centro de Atención a Visitantes (CATVI) y, con ello, de sus fuentes de ingreso habituales. “No podemos seguir así”, dijo una de las mujeres afectadas mientras miraba el tráfico detenido y los turistas esperaban una solución.
Los manifestantes, que sumaron más de 180 personas, sostuvieron que las nuevas políticas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las tarifas para estacionarse han impuesto barreras insostenibles para ellos. “Pagar para trabajar es como un nuevo impuesto encubierto”, explicó un guía turístico. “No podemos permitir que esto nos prive de una forma de vida que depende del turismo”. Esta situación no solo afecta la economía de los trabajadores, sino que también impacta a las familias que dependen de estos ingresos para subsistir.
La protesta no solo es un reflejo de la tensión entre el desarrollo turístico y los derechos de los trabajadores locales, sino también un llamado de atención para las autoridades. “Estamos siendo desplazados de nuestras raíces y nuestra cultura”, comentó otro manifestante. “El turismo no debería ser sinónimo de exclusión, queremos soluciones que permitan a todos prosperar”. Esta indignación colectiva llevó a los afectados a bloquear la carretera hasta que las autoridades escuchen sus demandas y ofrezcan respuestas concretas.
A medida que el día avanzaba y el bloqueo continuaba, las filas de vehículos aumentaban y los turistas se encontraban atrapados en un embotellamiento inesperado. La reunión con los representantes del Gobierno estatal fue un alivio temporal, pero la incertidumbre persiste sobre cómo se manejarán las necesidades a largo plazo de los trabajadores locales. “Necesitamos un compromiso real”, expresó uno de los líderes de la protesta. “No queremos más parches, queremos un plan que garantice nuestro derecho a trabajar y a vivir de lo que hacemos”.