La falta de recursos y el encarecimiento de insumos afecta tanto a campesinos como a consumidores
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La producción agrícola en Chiapas, clave para el sustento económico y alimentario de la región, enfrenta una crisis profunda debido a los recortes presupuestales federales. Con una disminución del 4.3 por ciento en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el próximo año, el sector campesino se encuentra en un punto crítico, agravado por la falta de apoyos que se arrastra desde administraciones anteriores. Este escenario amenaza con desestabilizar no solo la economía local, sino también el abasto alimentario en el estado.
El coordinador regional de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Indalecio Flores Bahamaca, destacó la gravedad de la situación al señalar que muchos campesinos chiapanecos ya no producen ni para el autoconsumo. “Si el campo no produce, el país no come”, expresó con preocupación. Además, subrayó que la combinación de recortes y el encarecimiento de insumos esenciales como fertilizantes ha mermado la capacidad productiva en Chiapas.
El impacto en la región se refleja también en el alza constante de los precios de la canasta básica, una consecuencia directa de la disminución en la producción local. Flores Bahamaca enfatizó que esta realidad se agrava con la falta de atención por parte de los legisladores, quienes parecen ignorar la importancia estratégica del campo para la seguridad alimentaria. La indiferencia hacia la región, uno de los estados con mayor aportación agrícola del país, pone en evidencia una brecha en las políticas públicas.
A pesar de los esfuerzos de los productores chiapanecos por mantener sus actividades, la falta de infraestructura adecuada, el desinterés en la capacitación y el abandono en temas de seguridad y salud han debilitado al sector. Flores Bahamaca urgió a las autoridades a reconsiderar el papel del campo en la región, reconociendo que su fortalecimiento es vital para garantizar alimentos accesibles para la población y estabilidad económica para las familias campesinas.
Sin medidas inmediatas, advirtió el dirigente, la crisis en el campo chiapaneco se profundizará, con implicaciones devastadoras para la producción alimentaria. El llamado es claro: se requiere un compromiso real con la agricultura local para evitar un colapso que afectaría tanto a las comunidades rurales como a los consumidores de todo el estado.