Rodrigo Ramón Aquino
No por mucho rugir
El juego de los cinco hermanos es una célebre caricatura sobre el Imperio napoleónico publicada
en 1807. El tema central es el nepotismo de la Casa Bonaparte, pues Napoleón hizo reyes de las
regiones conquistadas nada más y nada menos que a sus hermanos: José en España, Luis en
Holanda, Jerónimo en Westfalia, Carolina en Nápoles y Elisa en la Toscana. Lo bueno que en
Chiapas nadie apellida Bonaparte (al menos nadie activo en política).
Y hablando de nuestras tierras, muchas cosas han pasado desde que inició el muy anticipado
proceso electoral para elegir a la coordinadora nacional de la defensa de la 4T, primero; y al
coordinador estatal, después. Si no hay mayor sorpresa de aquí al día de la elección, Claudia
Sheinbaum será la primera presidenta de México y Eduardo Ramírez Aguilar, uno de los
gobernadores de Chiapas más fuertes en la historia contemporánea de Chiapas.
El discurso de unidad y esperanza ha caído muy bien para subsanar las heridas físicas y
emocionales que una competencia por el poder genera. A nivel nacional Marcelo Ebrard volvió al
redil cuatroteísta y en Chiapas nadie se ha atrevido a desafiar el estatus quo, a romper las reglas
del juego guinda o amenazar con romper e irse por cuenta propia. Vivimos tiempos, otra vez, de
un partido todo poderoso.
Pero presidencia y gubernatura aparte, agarrense porque todo puede pasar. Ambos coordinadores
se han comprometido públicamente a respetar la absoluta voluntad del pueblo. No habrá afectos
o intereses de grupo que predominen en la asignación de los perfiles para las candidaturas. Ahí sí
que no por mucho rugir se garantiza la nominación de Morena más temprano.
Para botón de muestra Tuxtla Gutiérrez y Tapachula donde la disputa por la candidatura oficial es
descarnada. Las y los aspirantes están dándolo todo en el ruedo y aunque intentan mantener la
disputa en el terreno del respeto y la no agresión, los ánimos y las pasiones a veces parecen
desbordarse.
La competencia siempre es sana y un poco de espectáculo no está mal, tampoco es que haya
mucha opción dado que la designación en el último minuto posible de marzo evitará cualquier
intento de desbandada. Por parte del Frente, como en cada temporada navideña electoral,
descongelaron a Paco Rojas y a Bayardo Robles.
En las diputaciones federales parece que prevalecerá la distribución de distritos de acuerdo al
peso específico de los partidos políticos coaligados, pero no así al Senado de la República, donde
Morena presentará en primera fórmula a Sasil de León y Pepe Cruz, pero el PVEM irá con Luis
Armando Melgar, por lo que suena fuerte que Jorge Luis Llaven desplazará a diputación federal a
Roberto Albores en el PT (aún lo veremos). Mientras, en el Frente, soltaron a un Willy Ochoa que
tiene tantas ganas de volver a la acción que hasta se pone a bailar suavecito para abajo en los
recorridos que realiza por los municipios.
Sea como fuere, bien hace Eduardo Ramírez Aguilar en no meter la zarpa en las designaciones, al
final de cuentas él será gobernador de todos y todas las chiapanecas, de todas las autoridades y
representantes que surjan del actual proceso, sean del color que sean.
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