Las organizaciones delictivas ven a Chiapas como una pieza clave en su mapa logístico de
actividades ilícitas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
El preocupante incremento del tráfico de armas en Chiapas ha desencadenado la formación de
grupos armados, según especialistas. Aunque este fenómeno no es novedoso en México, su auge
en los últimos años presenta una amenaza creciente, vinculada a la violencia generada por la
delincuencia organizada.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) afirmó que el ingreso de armas al país se
origina desde tierras fronterizas como Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Ciudad Acuña y Ciudad
Miguel Alemán. De manera posterior, los traficantes trazan líneas de distribución minuciosas que
cumplen con su cometido de llegar a municipios como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y Ciudad
Hidalgo.
“Chiapas es un área geográfica estratégica para muchas cosas, por ejemplo, los hemos visto como
un corredor de migrantes y que lógicamente no solamente llevan migrantes, sino también están
los temas de tráfico de personas y tráfico de armas”, señaló un especialista en el tema.
En ese contexto, las autoridades mexicanas han especificado que el nivel de violencia en Chiapas y
el país ha ido en ascenso debido a las fallidas estrategias de seguridad implementadas por Estados
Unidos, porque el 70 por ciento de las armas que ingresan a México provienen del vecino
americano.
Las consecuencias del tráfico de armas son evidentes en Chiapas, donde grupos del crimen
organizado han desatado una ola de violencia por el control de la plaza en la Sierra del estado.
Según el Centro Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), los registros muestran un aumento
alarmante, al identificarse hasta seis grupos delictivos en 2021, una cifra duplicada en la
actualidad.
El fenómeno se torna más complejo al desdibujar las líneas entre autodefensa y delincuencia
organizada, esto plantea desafíos significativos para las autoridades y la seguridad en Chiapas.