La paz debe convertirse en una prioridad, exigiendo compromiso efectivo para proteger a los
ciudadanos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El municipio enfrenta una grave crisis en materia de seguridad y se agudiza con la falta de
compromiso de los alcaldes, quienes, en lugar de atender a la mesa de seguridad, destinan su
tiempo a otras actividades.
En paralelo, los secretarios de seguridad pública, encargados de resguardar la integridad de los 13
municipios de la región, se mantienen omisos ante el alza delictiva en la zona.
En las reuniones de la mesa de seguridad, la asistencia es escasa. De los 13 municipios que
conforman Los Bosques, pocos secretarios de seguridad se presentan, y aquellos que lo hacen
alegan la falta de viáticos. La situación se agrava con estrategias de seguridad poco efectivas, lo
que no ayuda a revertir los altos índices de criminalidad en la región.
Este desorden interno alimenta el crecimiento de la delincuencia en Los Bosques. La ausencia de
operativos en carreteras, barrios y cabeceras municipales crea un vacío de seguridad que permite
a cualquier individuo portar armas de diferentes calibres sin temor a represalias. La falta de
coordinación entre los tres órdenes de Gobierno se refleja en la ineficacia para abordar las
necesidades de seguridad de la población.
Cuando se analiza la situación específica de Pueblo Nuevo Solistahuacán, Tapilula, Simojovel e
Ixtapa, surge un panorama desolador. Estos municipios son identificados como los más inseguros
de la Región VII de Los Bosques, con eventos recurrentes de balaceras, asaltos en pleno día y
situaciones críticas que comprometen la integridad física de los pobladores.
La población, sumida en la incertidumbre, demanda acciones inmediatas y coordinadas de los tres
órdenes de Gobierno.
La falta de presencia policial, la ausencia de operativos estratégicos y la falta de respuesta a la
creciente delincuencia generan un ambiente de desconfianza y temor entre los habitantes de Los
Bosques.