68 familias del sector Santa Martha, viven asediadas por la violencia y amenazas que ha
generado un grupo de criminales en Chenalhó
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Luego de que el pasado 21 de febrero hombres armados y encapuchados irrumpieron la
localidad con balazos durante la madrugada, extendiendo la violencia por más de cinco
horas y provocando pánico en la población, además de que en junio del año pasado el
grupo delincuencial “Los Ratones”, también atacó a los pobladores y dejó como saldo
siete personas fallecidas, Ruíz Álvarez recordó que además de la violencia que sufrieron en
su comunidad por el conflicto político-social que se desató en octubre de 2022 por la
disputa de 22 hectáreas de terreno y que los obligó a huir, nuevamente enfrentan ataques
de delincuentes y sin la ayuda de las autoridades.
“Pues aquí sufriendo con los niños que tenemos aquí, pero vemos que los habitantes de
aquí salen en el monte, también nosotros salimos a buscar nuestro refugio para salvar,
porque tenemos mucho miedo, entonces ya en la mañana regresamos, así nos pasa cada
día, cada noche”, mencionó.
Cabe resaltar que el ataque que se registró en febrero pasado inició alrededor de las cinco
de la madrugada y culminó después de las nueve y media de la mañana, las mujeres,
hombres y niños no pudieron salir de sus hogares y se refugiaron debajo de las camas,
mesas y otros muebles, para evitar que alguna bala perdida les cayera, pero en las
paredes y los techos de las viviendas construidas de madera y lamina de aluminio,
quedaron las evidencias de los disparos, habitante de Polhó.
“De hecho aquí cuando nos dispararon estaban ahí en el cerro del banco, nos dispararon
por acá, porque eran demasiados, eran 100 personas, no eran nada más los Gómez de
Sholkejon junto con el sicario que vinieron, eran sicarios, de hecho quedó muerto aquí
que vinieron judiciales, fiscal, lo vieron que estaba muerto aquí que era originario de
Veracruz”, indicó.
Asolados por la violencia y la indiferencia de los gobiernos estatal y federal, los pobladores
realizaron una manifestación pacífica con lonas en mano y consignas de justicia, donde
denunciaron además que desde hace tres meses no reciben apoyos para alimentos, ni la
renta de las tres viviendas donde habitan hacinados los desplazados.
“De plano estamos abandonados, no han venido absolutamente nada, ya le hablamos a
los presidentes que nos mandaran e incluso cuando nos atacaron pedí SEDENA para que
viniera y no vino, vinieron pero hasta las dos de la tarde, pero nada más para revisar aquí
y solo vinieron como una hora y se fueron”, afirmó una joven tsotsil.
Por su parte Manuel Gómez Velasco también víctima de la violencia en la comunidad de
Polhó, reveló que los disparos dejaron a una decena de maestros en medio del fuego
cruzado, así como a un centenar de estudiantes de diferentes niveles educativos sin
clases; por ello, temen que se repita la agresión de Acteal ocurrida en diciembre de 1997,
donde 45 personas tzotziles fueron asesinadas, de las cuales 21 eran mujeres, cuatro de
ellas embarazadas, 15 niños y nueve eran ancianos.
“No queremos ver más muertos como sucedió aquí en Acteal del 97, porque si no se
uniera la gente pues va a llegar el tiempo que aquí ustedes se dan cuenta que hay niños y
mujeres, pero va a llegar el tiempo que lo van a matar todas las mujeres y los niños, es lo
que no queremos”, reclamó.
A las demandas también sumaron la aparición con vida de las cinco personas que las
vieron por última vez, el día que los corrieron de Santa Martha y que entre el caos
intentaban huir hacia las montañas para ponerse a salvo.