De esta forma se erradicarían los conflictos y abusos entre diversos grupos religiosos de la región
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La denominada Ley de Desplazamiento Forzado Interno en San Cristóbal de Las Casas, creada en
2012, es reconocida como un avance en materia de protección a los diversos círculos religiosos
que existen en la región, indicó el pastor evangélico y líder de la agrupación “Alas de Águila”,
Esdras Alonso González.
El religioso expresó que es fundamental ejecutar esta ley en la demarcación territorial y tomar en
cuenta la percepción de los pobladores, puesto que, son ellos los que visualizan cualquier tipo de
anomalía o queja social. Sin embargo, el trabajo en equipo con las autoridades municipales y
estatales, ayudaría a reducir los índices de agresiones contra grupos religiosos opuestos en San
Cristóbal de Las Casas.
En ese sentido, diversas dependencias gubernamentales, organizaciones civiles y víctimas de
desplazamiento por discrepancias religiosas, han aportado su visión de la problemática, así como
propuestas enfocadas en una atención ágil y digna, todo ello con la finalidad de evitar que este
fenómeno termine por desgastar el tejido social en la comunidad.
Alonso González enfatizó la necesidad imperante de otorgar respaldo jurídico, asentar las bases de
protección y las consecuencias legales que conlleva cualquier daño emocional, físico o económico
perpetrado por un grupo religioso hacia otro. “Es crucial que las autoridades se comprometan a
abordar este fenómeno de manera efectiva y humana”, puntualizó el líder religioso.
Dicha acción colectiva, es un reflejo del compromiso que tienen las comunidades de San Cristóbal
de Las Casas, a fin de frenar cualquier tipo de abuso de autoridad, agresiones, actos de
intimidación e incluso extorsión por grupos religiosos. El garantizar una tolerancia y libertad de
credos sin algún tipo de represión, es el objetivo a cumplir por parte de las autoridades y
organizaciones civiles.
La relevancia de esta consulta se extiende más allá de las palabras; es un llamado a la acción, un
compromiso para enfrentar el desafío del desplazamiento forzado y avanzar hacia soluciones
integrales que garanticen la protección y el bienestar de quienes han sido afectados por esta
problemática.