“La Noche de las Canciones Perpetuas” pretende ser un show que cierra su etapa de covers para dar paso a su trabajo inédito
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Los que me conocen saben que soy un ferviente amante de la música y en específico del rock. Me encuentro abierto a escuchar distintos géneros y cantantes, sin embargo, en esta ocasión estoy escribiendo mientras escucho a Enrique Ramil, un artista en toda la extensión de la palabra y el cual me impactó desde la primera canción que escuché.
Enrique es dueño de un carisma sin igual y de una poderosa voz, te envuelve de una forma magistral que es imposible no sucumbir ante su talento. El cantante español es capaz de crear atmósferas en cada recinto que se presenta, hacer palpable la música y llevarte por un viaje de emociones intensas y profundas.
Ramil ha participado en talent shows en el Reino Unido y España como Factor X, Tierra de Talento y también ha hecho coros para The Voice y The Voice Kids. Hace unas semanas representó a España en el Festival de Viña del Mar en su edición 2024, donde defendió su canción “La Última Vez”, misma que fue compuesta en colaboración con Paty Cantú y Ángela Dávalos.
Su carrera y hambre de éxito lo han llevado a recorrer múltiples venues en Ciudad de México, Colombia, Venezuela, Panamá, Miami, New York, Chile, Argentina, entre otros. Durante el 2023, tuvo 15 presentaciones en tierras mexicanas y este próximo 16 de marzo presentará su show “La Noche de las Canciones Perpetuas” en el teatro Cantoral de la capital del país.
¿Cómo te ha ido esta semana? “Muy bien, estos días han sido algo movidos por todo lo de Viña y también me tomé un descanso porque en estos días me presenté en un teatro que, para mí es el sueño de toda mi vida y es la segunda vez que me presentó ahí”, respondió.
Hace poco te presentaste en Teatro Jofre en España y como mencionabas ha sido muy significativo para ti, ¿cómo te sentiste en ese show? “Es mi segunda vez en este recinto y bueno, la primera ocasión fue como la aventura de probar, llevé a mis músicos y siempre fui con ese pensamiento de que no importaban los resultados, no me quería quedar con las ganas de intentarlo, pero al final todo salió bien y este año tuve las posibilidades de invertir un poquito más, traer a gente que me hacía ilusión tenerlos en un show conmigo y una felicidad absoluta”.
“El hecho de ver a mi familia en el público y a todos los músicos que son mis amigos; mis coristas eran las chicas con las que me iba de karaoke hace 20 años, que en aquellos tiempos soñaba con dedicarme a la música, entonces todo fue mágico y genuino”, expresó.
En retrospectiva ¿cómo visibilizas a aquel Enrique que hace 20 años cantaba en karaokes y ahora en 2024 se ha presentado en venues importantes por todo España y Latinoamérica? “La música tiene dos cosas, por un lado, es una carrera que uno empieza y el que llega pues es el que se va manteniendo, hay gente que a lo largo del camino le metió toda la velocidad posible y a mitad del camino se cansaron y luego, están otras que son como una especie de tortuguitas que van despacio. Yo soy una mezcla de ambos, porque hay épocas donde doy todo de mí y hay momentos en los cuales no tengo buenos resultados, pues me detengo y me replanteo mis objetivos.
Mi meta es seguir viviendo del canto, pero fíjate que en 2012 yo me encontraba en el número uno de las listas en España, ya tenía un disco mío y en 2015 me fui a cantar a las calles de Londres, o sea, era como algo duro porque antes de llegar ahí, participé en talent shows, estuve en The X Factor en Reino Unido y en Factor X en España. También hice coros en The Voice España y en The Voice Kids.
Después entro en un concurso que iba bien y nos viene la pandemia, nos mete a todos en la casa y empecé a avanzar fases en esa competencia, pero no había público, las etapas parecían una audición de American Idol, donde solo están tres jueces y un auditorio vació detrás. En ese momento pensé que había más gente en la época que cantaba en la calle, que en el show y al final pues me puse a ver estadísticas y me di cuenta que un 40 por ciento del público era mexicano. No lograba entender por qué tenía más seguidores de ese país que de España y me aventuré a probar primero en Madrid y después me fui a México.
Así que la segunda vez que llegué a tierra mexicana, tuve 15 fechas y me di cuenta que la gente sí me ubicaba”, recordó.
Tengo que confesar que esta es una de las entrevistas que no sabía que necesitaba. Tuve la oportunidad de ver tu presentación en Tierra de Talento y quedé impresionado por tu presencia, voz, capacidad interpretativa y sobre todo por lograr transmitir emociones que solo cantantes de la talla de Sam Smith o Adele han evocado en mí. Soy un fanático del rock y aunque no me niego a escuchar otro tipo de géneros, es muy difícil que yo me enganche con un cantante nuevo y quiero decirte que tu voz tiene algo que hechiza, ¿cómo has vivido esta experiencia de envolver a la gente con tu calidad vocal y crear una atmósfera que parece que fue diseñada de manera meticulosa por ti, desde los arreglos, los músicos hasta los coristas, quienes juegan un rol clave para tocar cada fibra del alma del público? “Lo que me pasó al final fue que comprendí que lo que importa de verdad es que no te importe nada, o sea, en el momento que comencé a hacer lo que yo quería hacer fue como despertar, como lo típico que te dicen de hacer géneros musicales que están de moda y yo quería cantar jazz, era toparme mucho con personas que decían que el jazz no juntaba público y de repente llega Amy Winehouse a demostrar que se equivocaron.
Así que yo creo que alguien que realmente está conectado con lo que hace da igual lo que haga al final. Estuve en varios talent shows, cantaba en Londres y mientras me hacía dos horas de transporte público a mi casa, me puse a reflexionar de que yo decidía qué quería cantar ese día conforme a mi estado de ánimo y eso fue lo más poderoso que me pudo pasar porque no era como vas a cantar en un bar, te van a poner ahí y cantas, si la gente no baila o no le gusta, no te van a volver a contratar; esto era como yo me pongo a cantar en la calle da igual, pero sin darme cuenta me daba para vivir.
La gente se acercaba porque le gustaba lo que escuchaba y ese fue otro momento que me voló la cabeza. Me di cuenta que si hacía lo que me apetecía, lo que quería cantar de corazón, eso iba a conectar con el propósito; siempre habrá gente, ya sea poca o mucha que le va a gustar lo que haces. Así que, en Tierra de Talento me dieron la libertad de vestirme y cantar lo que yo quisiera.
Ahí conecté con mi niño interior, le pregunté a mi mamá qué hacía en esos momentos que me quedaba solo en la casa y me respondía que ella salía hacer sus mandados y al regresar me encontraba con ropa suya encima de la mía y que me maquillaba con los dedos, ponía un acetato de Rocío Dúrcal o Rocío Jurado y me ponía a cantar delante del espejo. Así que decidí llevar eso al show con todo el respeto y cariño que siento por los artistas.
Me presenté con un homenaje a grandes cantantes, me dieron el reto de Rocío Jurado y fue como volver a mi niñez y ahí vino el secreto, al momento de hacer lo que yo quería fue cuando más conecté con la gente y al final eso es lo que llega”, explicó.
Creo que lo que termina por marcar la diferencia con tu música son las verdades ganas de cantar que tienes. A pesar de tener un rango vocal muy amplio y ser poseedor de una gran voz, no necesitas hacer grandes acrobacias vocales para conectar con el público. “Es que al final me doy cuenta y es algo que siempre le digo a mis alumnos, que nadie adorna su voz al hablar, o sea, dice las palabras una vez y las sílabas que deben ser. Entonces, se trata más de transmitir el mensaje de la canción, porque el final yo solo soy el canal que te hizo conectar con lo que quería expresar el autor y eso es una bendición.
En la Noche de las Canciones Perpetuas tomo varias canciones de antaño, las reinvestigo, me centro en lo que en verdad quería decir el autor y las trabajo sin pensar en quiénes ya la cantaron, porque no me puedo comparar con Luis Miguel u otros cantantes que son como los dioses griegos, pero es lo que hago y espero no las comparen con las originales porque no intento eso, yo solo intento volver a contar las historias”, específicó.
Ahora que mencionas esta parte de reinterpretar canciones, sabemos que existe un púbico que crítica que alguien vuelva a cantar la misma canción de José José sin innovar en el estilo y por otro lado están aquellos que si intentas hacer algo novedoso con la misma pieza musical, comienzan a señalar que es una falta de respeto al modificar la obra del autor original, al final es muy difícil darles el gusto a todos ¿de qué forma has lidiado con ello? “No le vas a gustar a todo el mundo y es más probable que haya más gente a la que no le gustes que gente a la que gustes. Entonces, como artista para mí es una bendición tener a gente que le agrade lo que yo hago como para pagar un boleto y verme. Yo al terminar el show tengo una ronda de abrazos gratis para todo el mundo, canto dos horas y hago dos horas y media más de fotos, hablo con mi público, me cuentan su vida y hay mucha gente de la cual recuerdo sus rostros.
La última vez, me traje una maleta entera de regalos y hasta un funko mío, sabes lo que es tener en mi casa esa pieza junto al funko de Amy Winehouse, de Mariah Carey, de Julia Roberts, entre otras. Esa pieza me la regaló una pareja que viajó desde Costa Rica a Ciudad de México y por eso quiero mucho a mis fans. Yo prefiero hacer 25 días en un teatro que una arena, porque si hago algo más grande no puedo hablar con todo el mundo y me gusta acabar el concierto en conexión con la gente”, enfatizó.
Ese acercamiento con tu público se valora muchísimo y más en estos tiempos que, a pesar de tener a la mano las redes sociales, muchos artistas parecen inalcanzables. “Si no fuera porque hago terapia no podría hacerlo. Así como estoy abierto a que me abracen, también hay personas que de la nada me dicen que canto mal y existen muchos individuos de ese tipo en las plataformas digitales y tengo la suerte que tengo a Eva la presidenta de mi club de fans que borra todos los mensajes feos antes de que yo los vea.
Ese momento en que Bad Bunny le tira el celular a la chica, eso no lo haría porque voy a terapia, pero entiendo que alguien que es perseguido todo el tiempo pueda tener un día malo. En mi caso, el día del concierto me entrego por completo, antes de iniciar el show pido que den un espacio de una hora para estar solo y tranquilo. Una vez culminada la presentación si puedo dormir todo el día siguiente lo hago, apago todas las redes sociales, me quedo en mi casa y me pongo a jugar Fortnite, todo eso es por salud mental”, detalló.
Este 16 de marzo te vas a presentar en el teatro Cantoral en Ciudad de México, ¿qué expectativas tienes sobre tu show? “Espero que acuda la mayor cantidad de personas posible, que se la pasen muy bien, que mis músicos estén a gusto y que mi voz esté donde tenga que estar para que podamos disfrutar al máximo el repertorio. El plan es hacer un homenaje a grandes cantautores antes de empezar con mi próximo álbum con contenido inédito.
Quiero hacer este tipo de cierre, porque a mí se me conoce mucho por hacer covers muy versionados, que a veces hasta se olvidan de quién cantaba la canción original, pero yo también escribo, he escrito canciones para otros artistas y creo que la mejor forma de hacerlo es así”, finalizó.