Autoridades informaron de manera preliminar un saldo de nueve muertos y 934
heridos
PORTAVOZ/AGENCIAS
El terremoto más fuerte en un cuarto de siglo sacudió Taiwán durante la hora pico de
la mañana del miércoles, matando a nueve personas, dejando decenas de heridos y
atrapando a docenas en canteras. Se activó una alerta de tsunami, pero luego se
suspendió.
El sismo tuvo su epicentro frente a la costa del condado rural y montañoso de Hualien,
donde algunos edificios se inclinaron en ángulos muy inclinados y sus plantas bajas
quedaron aplastadas. A poco más de 150 kilómetros (93 millas) de distancia, en la
capital Taipéi, cayeron tejas de edificios viejos y las escuelas evacuaron a sus
estudiantes a campos deportivos, dotándolos de cascos de seguridad amarillos.
Algunos niños se cubrieron con libros de texto para protegerse de la caída de objetos
mientras continuaban las réplicas.
Imágenes de televisión mostraron a vecinos y rescatistas sacando a residentes por las
ventanas y sacándolos a la calle, porque las puertas se trabaron por el temblor. Todos
parecían en estado de shock, pero sin heridas graves.
Taiwán se ve sacudido periódicamente por terremotos y su población se encuentra
entre las mejor preparadas para afrontarlos, pero las autoridades dijeron que
esperaban un sismo relativamente leve y, por lo tanto, no enviaron alertas. El eventual
temblor fue lo suficientemente fuerte como para asustar incluso a las personas
acostumbradas a tales sacudidas.
“Me he acostumbrado a (los terremotos). Pero hoy fue la primera vez que uno me
asustó hasta las lágrimas”, dijo Hsien-hsuen Keng, un residente que vive en un
apartamento del quinto piso en Taipéi. “Me despertó el terremoto. Nunca había
sentido un temblor tan intenso”.
Nueve personas murieron en el terremoto, que se produjo poco antes de las 8 de la
mañana, según la agencia nacional de bomberos de Taiwán. El periódico local United
Daily News informó que tres excursionistas murieron en desprendimientos de rocas en
el Parque Nacional Taroko, en Hualien, y que un conductor murió en la misma zona
cuando las rocas golpearon su camioneta.
Otras 934 personas resultaron heridas. Mientras tanto, las autoridades dijeron que
habían perdido contacto con 50 personas en minibuses en el parque nacional después
de que el terremoto tumbó las redes telefónicas.
Además, 64 personas quedaron atrapadas en una cantera y seis en otra, dijeron los
bomberos.
El terremoto y sus réplicas también provocaron 24 deslizamientos de tierra y daños a
35 carreteras, puentes y túneles.
La agencia de monitoreo de terremotos de Taiwán dijo que el terremoto fue de
magnitud 7.2, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos lo sitió en 7.4.
Las autoridades señalaron que solo anticipaban un sismo relativamente leve de
magnitud cuatro y, por lo tanto, no enviaron alertas. De cualquier forma, el sismo fue
de suficiente intensidad para asustar a algunas de las personas acostumbradas a estas
sacudidas.
La legislatura nacional, ubicada en lo que fue una escuela construida antes de la
Segunda Guerra Mundial, también registró daños en paredes y techos.
El tráfico en la costa este de la isla quedó prácticamente paralizado debido a los
deslaves y la caída de escombros que afectaron túneles y autopistas de la región
montañosa. Se suspendió el servicio de trenes en toda la isla de 23 millones de
habitantes, así como el servicio de metro en Taipéi, donde una línea elevada de
construcción reciente sufrió una separación parcial.
La Agencia Meteorológica de Japón reportó un incremento de 30 centímetros (un pie)
en la marea en la costa de la isla de Yonaguni unos 15 minutos después del sismo. Se
registró oleaje de menor tamaño en las islas de Miyako y Yaeyama.
Para el mediodía, la estación de metro en el bullicioso vecindario de Beitou, en Taipéi,
volvía a estar llena de gente que iba a trabajar y personas mayores que acudían a
visitar los manantiales termales o a recorrer los senderos de montaña al pie de un
volcán extinto.
Stephen Gao, sismólogo y profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de
Missouri, señaló que la preparación taiwanesa para los terremotos está entre las más
avanzadas del mundo e incluye estrictas normas de construcción, una red sismológica
de primer nivel y amplias campañas de concienciación pública sobre seguridad ante
sismos.
El último sismo letal en Hualien fue en 2018, cuando un hotel histórico y otros edificios
se vinieron abajo. El peor sismo de los últimos años en Taiwán ocurrió el 21 de
septiembre de 1999, cuando un terremoto de magnitud 7.7 causó más de dos mil 400
muertes, dejó heridas a unas 100 mil personas y destruyó miles de inmuebles.