Han encontrado autonomía y propósito a través de prácticas sostenibles, promoviendo alimentos
saludables y responsabilidad ambiental
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En la comunidad indígena tsotsil de Tzabaló, ubicada en Larráinzar, las mujeres se han adjudicado
el papel de pilares clave en la construcción de sistemas agrícolas innovadores e inclusivos a través
de la práctica de la agricultura sustentable. Durante años, han enfocado sus esfuerzos en la cría de
puercos y pollos, siendo un claro ejemplo de empoderamiento, así como de desarrollo y gestión
comunitaria.
Gracias a la iniciativa regional AgriLac Resiliente del CGIAR, en colaboración con el Hub Chiapas del
Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) y Desarrollo Alternativo e
Investigación AC (DAI), estas mujeres han encontrado una plataforma para fortalecer sus
habilidades, liderazgo y contribuir de manera significativa al bienestar de sus familias y
comunidades.
Desde 2022, han participado de forma activa en programas de capacitación que han ampliado sus
conocimientos en agricultura sustentable, permitiéndoles producir alimentos más saludables y
nutritivos. Antes se encontraban limitadas en sus roles agrícolas, ahora se sienten más autónomas
y capacitadas para tomar decisiones importantes sobre la alimentación y la producción en sus
respectivas localidades.
El trabajo en grupo ha sido fundamental para su éxito, lo que ha destacado la importancia de un
liderazgo efectivo que fomente el aprendizaje colectivo y la colaboración. “Siempre es mejor
trabajar en grupo”, expresaron las participantes. “Hemos aprendido técnicas como la poda de
frutales y dejamos atrás prácticas nocivas como la quema de rastrojos”.
Para estas mujeres, la agricultura sustentable no solo representa una actividad económica, sino
también un camino hacia la independencia y el bienestar. Su historia demuestra cómo el enfoque
inclusivo y de género puede transformar comunidades enteras, fortaleciendo la seguridad
alimentaria y el desarrollo rural en Chiapas.