Empresarios se ven obligados a cerrar negocios y cambiar rutinas por temor a represalias
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La tranquilidad que alguna vez caracterizó a Tapachula se ve empañada por una preocupante tendencia: el aumento de llamadas de extorsión dirigidas a empresarios de la región Soconusco. En los primeros meses de 2024, estas amenazas han alcanzado niveles alarmantes, en especial en el sector ferretero, que se ha convertido en uno de los blancos preferidos de los criminales.
Una de las víctimas, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, compartió su aterradora experiencia. Recibió una llamada intimidatoria en la que le detallaron información personal precisa y le exigieron una suma considerable de dinero a cambio de su seguridad. Este episodio, que al principio pareció una broma de mal gusto, se transformó en una amenaza real que lo obligó a replantear su seguridad y la de su familia.
Este no es un caso aislado. Otra empresaria también fue blanco de la delincuencia, enfrentándose a una situación similar de intimidación y chantaje. La presión ejercida por los extorsionadores la llevó a cerrar su negocio, por lo tanto, sacrificó años de esfuerzo y dedicación por mantener su seguridad y la de sus seres queridos.
La situación es preocupante y evoca recuerdos de eventos pasados, como los sucedidos en Huixtla en mayo de 2023, donde grupos criminales impusieron tarifas a choferes de colectivo y sembraron el caos en la región. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la impunidad persiste y las víctimas se ven obligadas a callar por temor a represalias.
En este contexto, la colaboración entre los tres órdenes de Gobierno es crucial para enfrentar esta ola de violencia. Sin embargo, la falta de denuncias por parte de las víctimas obstaculiza los esfuerzos por combatir el crimen organizado. Mientras tanto, la incertidumbre y el miedo persisten en Tapachula, una ciudad que lucha por mantener su tranquilidad en medio de la adversidad.