Las elecciones estuvieron marcadas por bloqueos de acceso a las actas, intimidación a candidatos y retrasos en el conteo de votos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La jornada electoral en Chiapas tuvo reportes de violencia e intimidación desde temprano. A pesar de que las autoridades electorales intentaron mantener la calma, al calificar la elección como de “saldo blanco”, los eventos narrados por los representantes de los partidos políticos demostraron una historia distinta.
En Suchiapa, la situación fue crítica. Un grupo de personas decidió encerrarse en un salón con los paquetes electorales y eso generó un ambiente de desconfianza y tensión. En Pichucalco, la situación se tornó peligrosa, toda vez que un grupo de encapuchados amenazó al candidato del partido Redes Sociales Progresistas (RSP), lo que obligó a las autoridades a solicitar la presencia de elementos de seguridad.
Los incidentes no se detuvieron ahí. En Emiliano Zapata, personas encapuchadas y armadas fueron patrullaban los puntos de votación, lo que llevó a temer por el robo de las urnas. En Rincón Chamula, el presidente municipal, cuya esposa era candidata, fue acusado de retener las urnas en su domicilio. Esta serie de eventos subraya la fragilidad del proceso electoral y la necesidad urgente de mejorar las medidas de seguridad.
En otros municipios como Tecpatán y San Fernando, los simpatizantes y electores fueron intimidados, mientras que,en Zinacantán, a una candidata se le exigió una gran suma de dinero. En Las Rosas, hombres armados desalojaron a los funcionarios de casilla y se llevaron las urnas, lo que dejó a la comunidad en un estado de shock. Estos actos de intimidación y violencia no solo afectaron el proceso electoral, sino que también sembraron la duda sobre la efectividad y seguridad de las elecciones en Chiapas.
El Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) intentó manejar la situación, al turnar los reportes a la mesa de seguridad creada para la jornada electoral. Sin embargo, la realidad es que muchos de estos incidentes no fueron comprobados.
Se estima que más de 60 mil chiapanecos no pudieron votar debido a la inseguridad. Con 105 casillas sin instalarse y elecciones suspendidas en varios municipios, es claro que el proceso electoral en Chiapas fue severamente afectado.