Ganaron terreno en las elecciones al Parlamento Europeo, con un avance destacado en Países Bajos, Austria, Alemania y Francia,
PORTAVOZ/AGENCIAS
Los partidos de ultraderecha remecieron a los poderes tradicionales en la Unión Europea con grandes avances en el Parlamento Europeo y asestaron una derrota especialmente humillante al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que convocó elecciones legislativas anticipadas.
Algunos conteos continuaban el lunes, aunque el resultado mostraba un claro giro a la derecha en la composición de la cámara europea de 27 naciones. La primera ministra italiana Giorgia Meloni, consiguió más del doble de escaños de los que tenía antes en la asamblea europea. Y aunque sus candidatos se vieron envueltos en un escándalo, el partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD) consiguió suficientes eurodiputados como para sobrepasar a los socialdemócratas del canciller alemán, Olaf Scholz.
Al percibir una amenaza desde la ultraderecha, los democristianos liderados por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya habían virado a la derecha en asuntos migratorios y climáticos antes de los comicios, y se vieron recompensados al mantenerse como el grupo más grande con diferencia en el Parlamento Europeo de 720 puestos, lo que en la práctica les daba el control sobre los crecientes poderes de la cámara legislativa.
Pero el auge de los partidos nacionalistas y populistas en toda Europa haría mucho más difícil para la asamblea aprobar leyes en cuestiones como cambio climático o política agraria durante los cinco próximos años.
La estrella de la noche electoral era sin duda la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, que dominó los comicios franceses hasta tal punto que Macron disolvió de inmediato el parlamento nacional y pidió nuevas elecciones a partir de este mes. Era un alto riesgo político dado que su partido podría perder más fuerza, complicando el resto de su mandato presidencial que termina en 2027.
Le Pen aceptó encantada el desafío. “Estamos listos para reconducir el país, listos para defender los intereses de los franceses, listos para poner fin a la inmigración masiva”, dijo, repitiendo los temas de campaña de muchos líderes de ultraderecha en otros países, que celebraban victorias considerables.
Su Agrupación Nacional obtuvo el 30 por ciento de los votos, en torno al doble que el partido centrista proeuropeo de Macron, que se estimaba obtendría menos del 15 por ciento.
Macron reconoció la derrota. “He oído su mensaje, sus preocupaciones, y no los dejaré sin respuesta”, dijo, añadiendo que convocar elecciones anticipadas no hacía más que reforzar su historial democrático.
En Alemania, el país más poblado de la UE, las estimaciones indicaban que los escándalos no habían disuadido a los votantes de AfD, que obtuvo un 16,5 por ciento de apoyos, en comparación con el 11 por ciento de 2019. En comparación, los resultados combinados de los tres partidos en la coalición de Gobierno alemana apenas superó el 30 por ciento.
En general, en toda la UE, dos grupos tradicionales y proeuropeos, los democristianos y los socialistas, dominaron las votaciones que concluyeron el domingo. Los avances de la ultraderecha llegaron a expensas de los Verdes, que esperaban perder unos 20 escaños y quedar en sexta posición en la cámara. El grupo pronegocios de Macron, Renovar, también perdió mucho terreno.