Su implementación busca fortalecer la cooperación entre distintas entidades, permitiendo una respuesta más integral
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En un esfuerzo por combatir la violencia vicaria, Chiapas desarrolla un protocolo integral para atender y prevenir este delito. Dicha problemática, que afecta a mujeres a través de daños infligidos a sus hijos, familiares y seres queridos, fue reconocida de manera oficial este año y representa una amenaza grave para la salud emocional y psicológica de las víctimas.
A pesar de la legislación existente, muchas víctimas de violencia vicaria han señalado la falta de comprensión y apoyo por parte de las autoridades y servicios de ayuda. La complejidad de este tipo de violencia, que incluye la alienación parental, la sustracción de menores, la violencia a familiares y el daño a mascotas, requiere de una atención especializada y sensible. Sin un protocolo claro, las víctimas corren el riesgo de ser revictimizadas al buscar ayuda.
El desarrollo del protocolo es un esfuerzo conjunto que involucra al Frente Estatal y Nacional contra la Violencia Vicaria, la Fiscalía General del Estado (FGE), el Poder Judicial, el Congreso, el DIF, la Secretaría de Igualdad de Género y la Secretaría para la Igualdad de las Mujeres de Tuxtla Gutiérrez (SIM). Esta colaboración interinstitucional busca establecer un marco de acción coordinado y efectivo que garantice una respuesta adecuada a las necesidades de las víctimas.
La violencia vicaria es una forma extrema de abuso que utiliza a los hijos y seres queridos como herramientas de control y castigo. La alienación parental, donde el agresor manipula a los hijos para que rechacen a su madre, y la sustracción de menores, donde el agresor secuestra o retiene a los hijos, son tácticas comunes que infligen un profundo sufrimiento emocional a las mujeres.
Con el protocolo en desarrollo, se espera no solo mejorar la atención y protección de las víctimas, sino también sensibilizar a la sociedad y a las autoridades sobre la gravedad de la violencia vicaria. Este protocolo será fundamental para educar a los funcionarios públicos y asegurar que las víctimas reciban el apoyo necesario sin ser revictimizadas.