Las negociaciones incluyen medidas para el manejo de desechos y revestimiento en tramo carretero afectado por obra
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
El reciente conflicto en la comunidad de La Polka, Tonalá, resaltó las tensiones y preocupaciones locales en torno al ambicioso proyecto del Tren Transístmico. durante el el fin de semana, los pobladores tomaron medidas drásticas al bloquear los trabajos en las vías férreas, pidiendo garantías y compromisos claros de parte de la Secretaría de Marina (SEMAR).
Este proyecto, que abarca desde el Istmo de Tehuantepec hasta la frontera sur de Chiapas, ha generado tanto expectativas de desarrollo como preocupaciones por su impacto ambiental y social. La protesta de La Polka no solo refleja la inquietud local por la falta de consulta y transparencia en el proceso, sino también la determinación de los pobladores de proteger sus intereses y su entorno.
A pesar de las adversas condiciones climáticas que impidieron una manifestación más extensa en el tramo carretero federal de Tonalá-Tapachula, la comunidad logró establecer un diálogo con los responsables del proyecto. Este acuerdo incluye compromisos cruciales, como el adecuado revestimiento del tramo carretero para evitar daños y el manejo responsable de los desechos de rieles.
Las empresas constructoras han reanudado sus operaciones, lo cual indica un primer paso hacia la cooperación entre la comunidad y las autoridades del proyecto. Este entendimiento no solo busca mitigar conflictos inmediatos, sino también sentar las bases para una colaboración más efectiva y respetuosa a lo largo del desarrollo del Tren Transístmico.
Con este acuerdo alcanzado queda por delante la vigilancia continua y la rendición de cuentas para asegurar que todos los compromisos acordados se cumplan de manera transparente y efectiva. La participación activa de la comunidad será fundamental para monitorear el impacto del proyecto y garantizar que se respeten los derechos y el bienestar de todos los involucrados en La Polka y áreas circundantes.