Dicha iniciativa podría aumentar la congestión de colectivos y reducir la rentabilidad para conductores
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
Tapachula se prepara para un cambio radical en su transporte público con la concesión de mil 630 nuevas licencias para taxis, colectivos y vehículos de carga. Esta medida, anunciada por la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), podría duplicar el parque vehicular existente. En la actualidad, la ciudad cuenta con un aproximado de mil 400 taxis y 800 colectivos urbanos.
La titular de la SMyT, Nancy Vences Montiel, asegura que este paso busca hacer justicia social al otorgar las concesiones a choferes que han dedicado su vida a esta labor. Según Montiel, a diferencia de procesos anteriores, no habrá costos adicionales, salvo los impuestos requeridos por la Secretaría de Hacienda. Además, insta a denunciar cualquier intento de corrupción.
No obstante, este incremento masivo de concesiones ha generado inquietud entre los transportistas actuales. El líder del sector, Juan Hernández, advirtió que la sobreoferta de licencias podría saturar el mercado, disminuyendo la rentabilidad para todos. Esto podría llevar a los taxistas a buscar pasajeros en áreas no designadas, poniendo en riesgo la estabilidad social en Tapachula.
La infraestructura de Tapachula también enfrenta un desafío significativo. El aumento del número de vehículos podría provocar congestión y deterioro de las carreteras. Sin una planificación adecuada, la calidad del servicio podría verse afectada, lo que terminaría de perjudicar a los usuarios y generar nuevos problemas en lugar de resolver los existentes.
Es esencial que las autoridades implementen medidas de regulación y monitoreo efectivas para gestionar esta expansión. Un enfoque equilibrado y sostenible puede garantizar que la expansión del transporte público beneficie tanto a los transportistas como a los ciudadanos de Tapachula, promoviendo un sistema más eficiente y equitativo para todos.