El impacto económico y social de la migración en frontera sur es evidente en Tapachula
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En el epicentro de la crisis migratoria en Tapachula, el albergue Todo Por Ellos enfrenta desafíos monumentales para sostener a cientos de personas varadas o en tránsito. La directora, Lorenza Reyes, destacó la abrumadora carga financiera de proporcionar tres comidas diarias sin apoyo gubernamental directo, dependiendo de donaciones y la ayuda desinteresada de la comunidad local.
La situación se agrava con la falta de uniformidad en el proceso de solicitudes de asilo por parte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). Según Reyes, los tiempos de espera varían y benefician a quienes pueden pagar un proceso más rápido mientras que otros esperan meses sin siquiera obtener una cita para su entrevista de asilo, incumpliendo los plazos legales establecidos.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO) en Tapachula, subraya el costo significativo de mantener a un migrante, con una cifra estimada de hasta mil 200 pesos diarios debido a los gastos en hospedaje, alimentación, salud y transporte. Esta carga financiera no solo impacta a los albergues como Todo Por Ellos, sino también a los servicios municipales que deben absorber estos costos adicionales.
Algunos migrantes han encontró en Tapachula un lugar de seguridad y esperanza después de huir de la discriminación en su país por ser parte de la comunidad LGBTTI. Su experiencia destaca la importancia de crear entornos seguros y comprensivos para todos los migrantes, en especialaquellos que enfrentan persecución y discriminación.
Otras personas en situación de movilidad ilustran los desafíos diarios que enfrentan los migrantes, desde los costos de transporte hasta la falta de acceso a servicios básicos como baños adecuados. Su testimonio refleja la precariedad de la situación y la importancia crítica de la solidaridad comunitaria para mitigar las dificultades cotidianas.
La crisis migratoria en Tapachula no solo revela la urgencia de una respuesta humanitaria coordinada y efectiva, sino también la necesidad de políticas claras y recursos adecuados para apoyar a los migrantes más vulnerables.