Mujeres tseltales enfrentan barreras culturales y económicas, lo que alimenta el estigma y la discriminación
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En comunidades indígenas de Chiapas, la menstruación sigue siendo un tema rodeado de estigma, a pesar de ser un proceso natural vital. La estudiante del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Adriana Marcela Vega Barrero,destacó en su investigación la falta de reconocimiento público y estadísticas oficiales sobre la salud menstrual en mujeres vulnerables y en pobreza extrema.
Su estudio, titulado “La salud menstrual: experiencia de investigación colaborativa y feminista en comunidades de Chilón, Chiapas”, reveló cómo el tabú en torno a la menstruación afecta a la vida diaria de las mujeres indígenas. Desde la falta de información adecuada hasta el acceso limitado a productos higiénicos, como toallas sanitarias, estas mujeres enfrentan múltiples barreras que afectan su salud y bienestar.
Las experiencias compartidas por las mujeres tseltales destacaron la vergüenza y el sufrimiento asociados con la menstruación, que a menudo las confinan a sus hogares durante este período. Esta situación no solo impacta su salud física y emocional, sino que también refuerza su marginalización social y económica en la comunidad.
Un aspecto positivo es la adopción de toallas reusables de tela, que han demostrado ser una solución sostenible y económica. Esta práctica no solo ayuda a las mujeres a gestionar su menstruación de manera más digna, sino que también promueve la autonomía y la participación activa en la vida comunitaria.
Para abordar este problema de manera efectiva, es crucial que las políticas públicas integren la salud menstrual como parte integral de los programas de salud. Esto implica educación menstrual adecuada, acceso equitativo a productos sanitarios y servicios de salud sensibles a las necesidades culturales y lingüísticas de las comunidades indígenas.
La investigación de Vega Barrero exhibió la necesidad urgente de romper con los tabúes que rodean la menstruación y trabajar hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa con los derechos reproductivos de todas las mujeres, en especial las más vulnerables.