Recientes excavaciones revelaron artefactos y entierros significativos, esto subraya la importancia de más estudios
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La arqueóloga de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), Fanny López Jiménez, hizo un llamado urgente para ampliar la investigación del mundo maya, sugiriendo que el enfoque no debe centrarse en descubrir nuevos sitios, sino en profundizar en los ya conocidos. Según López Jiménez, solo se conoce alrededor del 10 por ciento de esta cultura en Chiapas, lo que resalta una necesidad crucial de explorar a fondo los sitios arqueológicos existentes.
La reciente excavación relacionada con las obras del Tren Maya ha sido reveladora. Estos trabajos no solo han permitido el hallazgo de más de 24 mil estructuras mayas en Palenque, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sino que también han puesto al descubierto una impresionante variedad de artefactos, desde piedras preciosas hasta cerámica. Estos descubrimientos proporcionan nuevas perspectivas sobre los asentamientos mayas.
Entre los hallazgos más significativos están los restos de un taller de lítica datado entre los años 600 y 850 d.C., donde se fabricaban herramientas esenciales para su cotidianidad. Este taller no solo ofrece una ventana al ingenio tecnológico de los mayas, sino que también resalta su compleja organización y especialización en la producción de herramientas.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes es el primer cementerio encontrado en Palenque, donde se descubrió entierros humanos que incluyen el de una mujer de la élite local. La osamenta de esta mujer, que presenta deformación craneal e incrustaciones de piedras preciosas en la dentadura, subraya su alto estatus social y la riqueza cultural de la ciudad maya.
La arqueóloga López Jiménez sugirió que, además de los descubrimientos impactantes, se necesita una mayor investigación de los sitios conocidos. Este enfoque podría ofrecer detalles más profundos sobre las prácticas diarias, las estructuras sociales y las interacciones entre los diversos centros mayas. Por lo tanto, la comunidad científica debe equilibrar la exploración de nuevos territorios con un análisis exhaustivo de los ya documentados.